domingo, 25 de septiembre de 2011

El otoño ya llegó

“El viento de otoño ya llega hasta aquí, el árbol del parque se quiere dormir.
Sus hojas marrones volando se van, con las golondrinas hacia otro lugar.
Barre, barre, barrendero; barre, barre con salero.
Barre, barre, barrendero que el otoño ya está aquí”.


¿Bonito, verdad?. Es la Canción de Otoño de Julio Cortázar, que me ha llegado como anillo al dedo en una tarjeta virtual de esas con que se promociona un famoso portal de postales gratuitas.

El viernes 23 de septiembre de 2011, a las 11h 5m hora oficial peninsular, se inició el otoño en el hemisferio Norte. Esta estación durará 89 días y 20 horas, es decir se extenderá hasta el 22 de diciembre de 2011, y con ella los días se irán acortando: amanece alrededor de las 8 a.m. y oscurece sobre las 8:30 de la noche, o de la tarde, como se dice aquí, hasta que, en la proximidad del invierno, anochece sobre las 6.30 ó 7 p.m, como allá. En verano amanecía sobre las 6:30 o 7 y la luz solar se extendía hasta casi a las 11 de la noche, algo que me causó una gran sorpresa cuando estaba recién llegada a este país.


Durante el otoño, las hojas de los árboles caducos cambian y su color verde se vuelve amarillento y amarronado, hasta que se secan y caen ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza. Desde esta estación la temperatura comienza a ser un poco fría. Cuántas postales conocemos con esta imagen. Atrás quedaron los días de sol caliente, el calor sofocante, y junto con ellos el colorido y el desparparjo de los shorts , pavas, pareos, bañadores, sandalias, gafas, protectores solares y la “marcha” o lo que es la mismo la rumba, porque es en verano cuando la mayoría de la gente sale de vacaciones.

Está demás decir que el verano es mi estación favorita, en la que me siento un “pelín” como en mi tierra, pero para la gran mayoría esta en la que ya estamos es la estación en la que más a gusto se sienten porque las temperaturas no son tan extremas. No obstante, el cambio de estación es el causante de una tristeza característica que se califica como depresión otoñal o síndrome afectivo estacional, que algunos atribuyen a la vuelta al trabajo o a los estudios -que suponen un bajón moral para casi todo el mundo vivan donde vivan- pero la razón científica es la modificación de los ritmos vitales derivadas de la reducción de horas de luz y de la llegada del frío.

Según los pronósticos el otoño 2011 será frío en estos lares por culpa de La Niña, que se inicia mediante el enfriamiento de las aguas que bañan las costas de Perú, en el Pacífico. Y yo que pensaba que a La Niña sólo le gustaba jugar en los patios de nuestra América, pero, preparándome para escribir esta entrada, descubro que es un fenómeno climático que forma parte de un ciclo natural global que tiene dos extremos: una fase cálida a la que se le conoce como El Niño y una fase fría conocida como La Niña, y van a vinen en ciclos de 7 u 8 años.

Cualesquiera de ambas condiciones se expanden y persisten sobre las regiones tropicales por varios meses y causan cambios notables en las temperaturas globales, y especialmente en los regímenes de lluvias. Esto no es nuevo, leo, y data desde la época prehispánica.

Bueno después de este informe metereológico, un tanto harto de leer, me despido como entré, con una poesía de Juan Ramón Jiménez, dedicada a esta hermosa estación.
OTOÑO

Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.

Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!

¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!

En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
la excelsitud de su verdad divina.


Un abrazo para todos,

martes, 6 de septiembre de 2011

¿El fin de la historia?


¿Qué tienen en común en los actuales momentos Chile, Italia y España?

Protestas y más protestas.  En Chile desde el mes de mayo los estudiantes  secundarios y universitarios, liderados por esa versión femenina del Che Guevara -por lo comunista y por la belleza que se gasta-  Camila Vallejo,  demandan un  fortalecimiento del papel del Estado en la educación; en Italia  hoy 6 de septiembre la protesta tomó forma de huelga,  convocada por el mayor sindicato del país,   en reacción a las medidas de austeridad anunciadas por el Gobierno de Silvio Berlusconi, que al momento de escribir esta entrada ha sido aprobada  en su cuarta versión. En  España,  hoy también, los sindicatos realizaron movilizaciones en varias ciudades en rechazo a la reforma del artículo 135 de la Constitución, pactada hace tan sólo unos días entre el PP y el Gobierno de Rodríguez Zapatero, por insinuación de Angela Merkel y Nicolás Sarkozy, para garantizar que se pondría techo al gasto público.  Sin ir más lejos, en portugal, el Movimiento 12 de Marzo anunció manifestaciones para el 15 de octubre contra las medidas del Ejecutivo que buscan cumplir las exigencias de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. La organización surgió en rechazo a las políticas del gobierno luso de recortes sociales, luego de que el país recibiera un rescate financiero igual al de Grecia e Irlanda. 


Y en esto último está la clave. Todas son quejas contra las políticas neoliberales que forzosamente han tenido que adoptar sus respectivos gobiernos porque en esta aldea global, ser de izquierda o de derecha vale muy poco, porque hay que someterse a los dictados del Gran Capital, para no quedarse rezagados en su proceso de acoplamiento al mundo globalizado, que llevarían "al crecimiento, al empleo, la redistribución del ingreso". Si todo lo cual  suena muy bonito, entonces ¿qué es lo que tiene de malo?
El neoliberalismo pretende excluir al Estado de la participación y del control sobre el mercado al que defiende como única  forma para lograr la regulación económica en todos los países, pero llevándose por delante las conquistas del  estado de bienestar, que es lo que pretenden defender   los que reclaman en esta orilla.  Chile es otra cosa,  desde la era Pinochet, más de la mitad de las escuelas son entidades de gestión privada, así como la mayoría de las universidades, y las protestas lo que buscan es la gratuidad de la educación a través de una reforma tributaria que grave con más impuestos a las grandes empresas, sobre todo a las mineras, entre otras medidas.


Y es que perder lo conseguido en el estado de bienestar traería graves repercusiones sociales que en España es: asistencia sanitaria pública, gratuita;  educación pública, gratuita y obligatoria hasta los 16 años; un generoso sistema de becas para que cualquier persona pueda acceder una educación complementaria sin ningún tipo de discriminación; pensiones para los que se jubilan, subsidios de desempleo para los parados, etc. ¿Podrá España, en medio de esta crisis que va teniendo cara de recesión, seguir   manteniendo este paraíso artificialmente?  

Así es que no sabemos en qué irá a parar todo esto. Al menos en Chile he leído  que la Vallejo se ha sentado a dialogar con el Gobierno y de seguro el Estado tendrá que hacerse cargo de la educación en mayor medida, pero en Italia y España no hay marcha atrás en los planes de ajuste. Es eso o quedarse expuestos a un rescate como el de Grecia y si hay rescate vendrán más imposiciones.  Esperemos que toda estas  protestas consigan algo porque me temo que  aquello que vaticinó Francis Fukuyama, ese influyente politólogo estadounidense y máximo defensor de la corriente neoliberal, llegará a ser una aplastante realidad:  “Fuera del neoliberalismo no hay salvación. Hemos llegado al final de la historia. No hay otra posibilidad, no hay otra salida más que el neoliberalismo. Todas las demás ideologías fracasaron. Lo que sirvió en las décadas pasadas fue un sueño que no soluciona nada. El capitalismo neoliberal es el único sistema capaz de producir riqueza, trabajo y bienestar social”. Está por verse y sálvese quien pueda.