martes, 25 de diciembre de 2012

Los detractores de la Navidad


"¿Qué es la Navidad?", se preguntan el psicólogo sueco Mats Erikson y su esposa Karin, escritores especializados en comunicación interpersonal. "Alguna vez fue la celebración del nacimiento de un hombre muy sabio, pero ahora es a menudo simplemente abandonarse a la excitación del consumo".

Para los católicos en la navidad se conmemora el nacimiento de Cristo para lo cual hemos de tener el corazón limpio. “No debes preocuparte por preparar la cena o algunos regalos”, dice  La Verdad Católica  en su página web,  lo más importante para Dios es que llenes tu corazón de amor.  Valga la claridad, pero lo cierto es que se sea católico o no,  cuando llega diciembre sentimos muchos alegría, otros una especie de respiro porque la monotonía de los meses que lo preceden llega a su fin y empezamos a hablar de planes, de los regalos que haremos o que nos gustaría que nos hicieran, y a por supuesto a enviar felicitaciones a tutiplén. 

A mi la Navidad me encanta, aunque hubo un tiempo en que me dejé llevar por la desilusión y ni cena de nochebuena ni nada hacía. Lo único que conservaba era la tradición de los regalos del niño Dios para mis hijos. Ya por acá he vuelto a encontrarle el gusto a la fecha,  aunque la navidad,  de puertas para fuera se festeja de forma austera (sólo una que otro piso tiene luces alusivas a la fiesta), en comparación como lo hacemos en Colombia,  y como añadido, la gente suele ser más amable, la gente normalmente huraña. Caso aparte merecen los detractores que se mofan de adornos, cenas y regalos.

Vidal (72 años), mi viejo amigo español me decía ayer 24 que no soporta estas fechas. "Desde agosto que veo en la tele los primeros anuncios de la Lotería de Navidad se me revoluciona la maquinaria. Es una enfermedad, te lo digo yo".  “Pero déjate llevar -le replico-. Disfruta de las luces, de la ilusión de la gente por los regalos, disfruta de la música que  viene de la plaza. Mírame a mí. Estoy lejos de mi tierra y aquí me ves cantando y bailando”, mientras buscaba en Youtube  los temas con los que felicitar en Facebook a mis amigos.  De nada valió, siguió con su cara de amargue, esperando pacientemente a que me llegara la hora de cerrar la tienda donde trabajo y eso que en su casa, su mujer Angelines, experta cocinera, estaría fajándose con alguna delicia para la cena de Nochebuena.

"El consumismo ha devorado gran parte de nuestras actividades cotidianas y de lo que debieran ser nuestros sentimientos más personales",  dice  José Eduardo Abadi. "Cuando la Navidad se torna en confundir lo que uno es con lo que uno tiene y lo que uno muestra con lo que uno vale, estamos en presencia de un problema".  Eso está bien; hay que ser auténticos, pero si ese consumismo no se diera por estas fechas habría menos empleo y ahí sí que tendríamos problemas mayores;  eso ya es harina de otro costal.  Lo otro que hay que tener en cuenta es que el modelo económico que impera en el mundo se fundamenta en el consumismo y de todas las celebraciones (San Valentín, Día de la Madre, Dia del Padre) se aprovecha para motivarlo y la Navidad no podía se la excepción. 

Hay movimientos  como The Christmas Resistance Movement (Movimiento de Resistencia a la Navidad), por ejemplo, llama a boicotear la Navidad. "Boicoteamos las compras navideñas, las decoraciones, las tarjetas y todo tipo de porquerías navideñas. Nos rehusamos a participar de la industria de la Navidad. Les demostramos nuestro amor a nuestros familiares y amigos dándoles tiempo y cariño, no comprándoles cosas", dice el grupo.

¿Pero qué pasa cuando ni para eso da la navidad?.

La imagen ideal de niños y mayores sonrientes, comidas deliciosas;  paz y amor en abundancia contrasta con una realidad en la que en lugar de la paz reinan las discusiones familiares, la soledad, los balances insatisfactorios y la ingestión excesiva de comida y bebida, si es que no están inmersos en sus móviles, deseándoles a sus amig@s que no están con ellos "Feliz Navidad", no es irónico?.  

Pero ¿y si la Navidad no se celebrara?. ¿Qué disculpa tendría el Grinch  para despotricar de ella? Aun con el consumismo  que la fiesta desata,  a mí me gusta la Navidad. 


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Fuentes
BBC Mundo
Wikipedia

sábado, 15 de diciembre de 2012

La desigualdad de la crisis

Ayer,  repasando los titulares de la edición digital de BBC Mundo, leí que los coches de lujo han alcanzado récords de ventas. Aunque a mí esto ni me va ni me viene, me detuve a leerla con detenimiento, cansada de tanta noticia desoladora que se genera por esto de la crisis. La nota daba cuenta de que el fabricante alemán de autos Porsche había  batido su récord anual antes incluso de que terminase 2012: vendió 128.978 autos en los 11 primeros meses del año, casi 10.000 más que los 11.868 vendidos en 2011.  El Porsche Cayenne (90.000 euritos, el de 382 caballos de fuerza) es uno de los principales culpables del aumento de las ventas. En el mercado de gama más alta la italiana Maserati vendió 6.200 unidades en 2011 y la semana pasada la compañía aseguró que las ventas durante los primeros nueve meses de este año crecieron un 2%. Mientras tanto, otro fabricante de lujo la Jaguar en su versión Land Rover,  consiguió el mejor mes de septiembre de su historia en cuanto a ventas, que se incrementaron en todos sus principales mercados, y en los 11 primeros meses del año  vendió 324.184, un incremento del 32% con respecto al mismo periodo del año pasado. 
 
Pero en el mercado automotor, como en todos los sectores,  unas son de cal y otras de arena: los grandes fabricantes  son los sufren la recesión al estar la clase media, su target group, en peligro de desaparecer. Como los dinosaurios, escribe Ramón Muñoz en "Adiós, clase media, adiós"* esta "clase social de tenderos" como la calificaban despectivamente los aristócratas de principios de siglo XX poco a poco está dejando de dominar la sociedad y la actual recesión puede ser el meteorito que la borre de la faz de la Tierra. Siguiendo con la metáfora, el proceso no será instantáneo sino prolongado en el tiempo, pero inevitable. La nueva clase dominante (no porque detenten en el poder sino por ser mayoría) que la sustituya bien pudieran ser los pujantes mileuristas, los que ganan mil euros al mes. Tal y como sucedió cuando los mamíferos sustituyeron a sus gigantes antecesores, los mileuristas tienen una mayor capacidad de adaptación a circunstancias difíciles. También se adaptan los pobres, pero no dejan de ser excluidos, mientras que los mileuristas son integradores de la masa social. Por eso se están extendiendo por todas las sociedades desarrolladas. En España 1 de cada tres asaliarados es mileurista.




Algunos dan definitivamente por muerta la clase media. Es el caso del periodista Massimo Gaggi y del economista Eduardo Narduzzi, que en su libro El fin de la clase media y el nacimiento de la sociedad de bajo coste (Editorial Lengua de Trapo) vaticinaban la aparición de un nuevo sistema social polarizado, con una clase tecnócrata reducida y crecientemente más rica en un extremo, y en el otro un "magma social" desclasado en que se confunden las antiguas clases media y baja, definidas por una capacidad de consumo muy limitado, a imagen y semejanza de los productos y servicios que les ofrecen las compañías low cost (bajo coste) como Ikea, Ryanair, Mc Donald's, Zara o Skype.

Sin ir más lejos, Intermon Oxfam esta misma semana que finaliza publicó un informe que da cuenta de la situación dramática y el futuro desolador que le espera a muchísimos españoles.  La ONG advierte que si se siguen aplicando medidas de austeridad y recortes sociales,  la pobreza en España podría llegar a afectar al 40 por ciento de la población en los próximos diez años, alertando además que si en España no se cambian este tipo de políticas el país necesitaría 25 años para recuperar el bienestar social. En estos cuatro años de crisis, España encabeza el nivel de desigualdad en la Unión Europea.

Por su parte, la consultora internacional Capgemini y de la gestora de patrimonios del Royal Bank of Canada (RBC Wealth Management), publicó también un informe en su momento. Según se desprende de los datos de su estudio, el número de ricos en España sólo ha caído un 2,6% a pesar de la tempestad financiera que está asolando el país de norte a sur, pasando de 141.000 millonarios en 2010 a 137.300 el pasado año. Según este estudio, para pertenecer a la comunidad de ricos hay que tener propiedades valoradas en más de 625.000 euros, excluyendo la primera vivienda y los bienes consumibles.

Ambos informes  no vienen sino a corroborar que la distribución de la riqueza en el mundo es muy desigual y las crisis económicas afectan más a quienes menos tienen. Las subidas de impuestos, las privatizaciones de servicios públicos y los ajustes en general sólo sirven para ahorrar una pequeña cantidad de dinero a costa de asfixiar a la clase media. Los que más tienen, sin embargo, apenas se ven afectados por estas medidas. Patética paradoja.

Me da miedo este  panorama tan sombrío, presagio de enormes convulsiones sociales.  En tiempos de recesión como los que estamos viviendo, los ojos se vuelven hacia los que nacimos a finales de los 50 y la década del 60, los llamados "baby boomers", a la que también se le llama generación tapón.  Además de ser el objetivo de las bajadas de salarios o el recorte de prestaciones, somos  los principales paganinis del creciente endeudamiento que están acometiendo los Estados para sortear la crisis. Y eso sin contar la amenaza de la inviabilidad de nuestras pensiones cuando lleguemos a la edad de jubilación, de la que no paran de advertir los malos augures como el FMI. Pero, ojo, que además de una carga laboral somos también el principal sostén del consumo. Así que cuidado con quitar el tapón, no vaya a ser que se vaya el gas y nos j... todos. 

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Fuentes:
BBC Mundo
El País*
El Blog Salmón

domingo, 2 de diciembre de 2012

A hacer las maletas


No vayan a pensar que ya me voy de regreso; todavia no hay llegado la hora. Hablando en serio el tema de hoy no da lugar a bromas,  es un tema complicado y  desolador y está a dedicada a los millares de jóvenes españoles que han dejado su país en busca de mejores oportunidades ante el recrudecimiento de la crisis. Quién lo iba a decir.  España ha  dejado de ser un país receptor  para convertirse en uno de emisor y a diferencia de la emigración de fines del siglo XIX y principios del XX,  el pico de esa ola migratoria congrega a la «élite» del sistema educativo español: chavales que alcanzan una o varias titulaciones superiores —además de idiomas, masters, prácticas en el extranjero, dominio de las últimas tecnologías...—



Hasta hace poco los españoles no estaban dispuestos a moverse lejos de su lugar de nacimiento, entre otras razones, según lo expertos,  por la intención de hacerse a una  vivienda, pero ya que en los actuales momentos acceder a una casa en propiedad es más difícil, sin una estabilidad laboral, al  tener menos ataduras para buscar un empleo lejos de su lugar de origen ha impulsado a los jóvenes a buscar nuevos horizontes en otros países o en otras comunidades dentro del mismo territorio. 

Atendiendo la demanda laboral, los jóvenes se ha movilizado hacia Alemania, Reino Unido, Francia y Noruega y países de América Latina como Argentina, Chile, México y, en especial, Brasil que  destaca por su fuerte crecimiento, con una tasa media de aumento del PIB del 4% en los últimos años. A esto se suma el alto potencial de desarrollo que demandarán las infraestructuras por construir con miras a la próxima organización del Mundial de Fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016. Colombia, Perú o Chile requieren ingenieros de minas debido al boom del sector energético en estos países.

A pesar de que las cifras de los que se van aumentan cada día por causa de la crisis, la Secretaria de Inmigración y Emigración, Marina Del Corral,  ha afirmado recientemente que la emigración de jóvenes españoles al extranjero no se debe sólo a la crisis económica sino a la globalización, a la  libre circulación de trabajadores en Europa, al reclamo de profesionales por su buena preparación técnica, y «por qué no decirlo, al impulso aventurero de la juventud», entre otros factores. 

Esta última supuesta motivación ha desatado las iras en internet.  Algunos con gracia, otros con sorna los internautas han dedicado muchos 'tuits' a la funcionaria y  la han convertido en 'trending topic'. "Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios", dice un tuitero, parafraseando a Abraham Lincoln. Es que con una tasa de paro juvenil que ya alcanza el 52%, los representantes del gobierno, tienen que pensarse  lo que van a decir para no herir susceptibilidades máxime cuando  Mariano Rajoy,  promovió una de las reformas laborales más protestadas (reduce la indemnización para trabajadores fijos que sean despedidos de forma improcedente de los 45 días por año actuales a sólo 33, con un máximo de 24 mensualidades, abaratando los costos de los despidos), amén de  los recortes en educación y sanidad. 

He vivido en carne propia lo que es dejar el terruño, asi es que no me queda más que desearle a los que se marchan "Buen viento y buna mar".


domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Cuántos años tengo?




“Quien te lastima te hace fuerte, quien te critica te hace importante, quien te envidia te hace valioso, y a veces es divertido saber que aquellos que te desean lo peor, tienen que soportar que algunas veces te ocurra lo mejor” (Tomado de Facebook).
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Hoy 18 de noviembre cumplo mis primeros 50 años de vida. No puedo decir que hayan sido 50 excelentes años, pero le doy gracias a Dios por las buenas y malas experiencias que me ha tocado vivir, porque son las que me han hecho la persona que ahora soy.

Hubiera deseado, por ejemplo, tener una vida más estable a  nivel sentimental,  conservar a mis padres más tiempo, haber estudiado Psicología,  la carrera por la que siempre me he sentido atraída;  tener una maestría de la carrera que terminé finalmente; tener más dinero en el banco, y así una larga lista, fiel a mi vocación "quejica" pero sobre todo hubiera deseado llegar a esta etapa de mi vida viviendo  en Colombia, mi país, rodeada de mi gente, de mi familia, amigos, colegas,  en fin mis compañeros de camino,  pero no podrá ser. Dios  ha querido que esté por estos lares, al otro lado del charco, donde me han esperado nuevas lecciones de vida, con los dolores que eso ha supuesto, pero también me ha deparado muchas alegrías y satisfacciones, la principal, el tener a mis dos hijos conmigo.

Aquí estoy  con Chiara, mi hija mayor, en el Río de la Plata, para festejar tan "magno"acontecimiento.
En mi trabajo tengo que agradecer que a pesar de los bemoles he podido conocer a través de él a personas que se han hecho mis amigas,  gente maravillosa, solidaria y “guerrera” en el mejor sentido de la palabra y bueno, para terminar mi lista de cosas amables tengo  metas por alcanzar a pesar de los bajones que me dan,  y un motivo más  un poco frívolo: las arrugas todavía no aparecen en mi cara, (por ley de compensación tal vez) aunque  los huesos me están jugando una mala pasada últimamente. Desde ayer estoy cojeando por una dolencia en mi pie derecho, sin más motivo que el no ponerme un calzado apropiado el pasado viernes, pero   otro día son las muñecas las que me molestan, otro la zona lumbar... ¡es que son 50 tacos y el cuerpo tiene que desgastarse!. 

Siempre he pensado, hablando en justicia,  que lo que me tocó en suerte en mi presente estancia terrenal  da para repartirlo en tres vidas, mejor dicho, en tres novelas (ejem),  pero esas vicisitudes son precisamente las que me han hecho la persona que ahora soy, como digo arriba.  En las que yo no fui el motor de esas experiencias sino  la voluntad de Dios, como la muerte de mi madre cuando yo tenía 12 años y la de mi padre, antes de cumplir los 15, por fortuna supe sobrellevarlas: saqué fuerzas para seguir estudiando sin desviarme del camino, y en las que fueron fruto de mis elecciones, o por obra del azar, he de decir que me topado con gente buena y con gente equivocada, como ha de ser desde que se viene a este mundo. Le doy gracias a Dios por la gente bella con la que me topado, esta que define    Elisabeth Kubler Ross* en una socorrida frase: "Las personas más bellas con las que me encontrado son aquellas que han conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida y han encontrado la forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud por dar lo mejor de sí mismas.  La gente bella no surge de la nada".  Pero como el mundo no sería mundo sin la presencia de la contraparte, la   gente mala (que feo suena),  ésa que no nos ha querido bien, la que proporciona una buena  cuota de disgustos, la que nos quita el sueño con sus desdenes,  con la que he aprendido las mejores lecciones de vida.  A ellas también tengo que agradecerles.

Para terminar, un poema de José Saramago que resume un poco lo que pienso.


¿Cuántos años tengo?

Frecuentemente me preguntan que cuántos años tengo.
¡Qué importa eso!
¡Tengo la edad que quiero y siento!
La edad en que puedo:
Gritar sin miedo lo que pienso,
y hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido...
Tengo la experiencia de los años vividos
y la fuerza de la convicción de mis deseos.

¡Qué importa cuántos años tengo!
¡No quiero pensar en ello!
Unos dicen que ya soy viejo,
y otros que estoy en el apogeo.
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice,
sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.

Tengo los años necesarios
para gritar lo que pienso,
para hacer lo que quiero,
para reconocer yerros viejos,
y rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen por qué decir:
¡Estás muy joven, no lo lograrás!
¡Estas muy viejo, ya no podrás!
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma,
pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños,
se empiezan a acariciar con los dedos,
y las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor
a veces es una loca llamarada,
ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada.
Y otras es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuantos años tengo?
No necesito con un número marcar,
pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos,
las lágrimas que por el camino derramé
al ver mis ilusiones truncadas,
¡Valen mucho más que eso!

¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!
Pues lo que importa:
¡Es la edad que siento!

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida
y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuantos años tengo?
¡Eso a quien le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo
y hacer lo que quiero y siento.




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A todos los que me han acompañado en este transitar, gracias por  su aporte -bueno o no tan bueno- a  mi vida.  Un abrazo para todos.