miércoles, 22 de agosto de 2012

Entre porro y porro



¿Quieres un porro?  Dependiendo de qué lado del charco esté, puedo decir que sí o que no. Si estoy allá, pues claro,  me gustan los de Pedro Laza sobre todo, que me transportan a las fiestas de diciembre de mi infancia, a  las tardes de corralejas, o a las fiestas de empresa que se amenizaban con papayeras. 

Pero si estoy acá… cuidadín. “Colombiana que no le guste el porro, es  como raro, no?.  Me dijeron una vez. Parece mentira, pero es que ni distingo el olor y  ni me atrevo a probarlos, no sea que tenga un mal viaje. 




Aclarando, el porro en Colombia es un ritmo musical de la Costa Caribe colombiana, tradicional de los departamentos de Córdoba, Bolívar, Atlántico y Sucre,  que posee un  ritmo alegre y fiestero. Desde 1990 empezó a  perder popularidad y su influencia actual está circunscrita  a zonas geográficas,  círculos de aficionados y cultores en diferentes partes de Colombia y el mundo.

En esta orilla “porro” es un cigarrillo de marihuana o de hachís, pero en contraposición a nuestro porro, su consumo va en aumento y forma parte de la experiencia casi obligada que ha de tener una persona para decir que ha vivido. 

El cannabis es la droga ilegal más consumida y la tercera droga psicoactiva más utilizada en Europa, después del alcohol y el tabaco. España es el país de toda la Unión Europea que más marihuana consume por habitante,  con aproximadamente 2 millones de fumadores habituales; su consumo triplica la media europea.

Para escribir esta entrada he visto dos documentales: “Porros, historia de una realidad y “21 días fumando porros”. 

Fumar un porro es un acto social para evadirse y una forma de hacer amigos, según los adolescentes entrevistados para el primer documental que ví,  colgado en Youtube.

Los adolescentes se quejan de que en España la posesión y consumo de drogas, incluso hachís y marihuana, esté penada y envidian la legislación holandesa que sí lo permite. Pero también envidiarían a los portugueses  donde el uso de marihuana no representa delito, o quizá a los ingleses donde la cannabis es ilegal, aunque no hay penas para el consumo de marihuana. En Francia, como en España su posesión es ilícita  y existen penas para los consumidores.

En cuanto al suministro, los jóvenes entrevistados aseguran conocer a gente de su edad que cultiva drogas (se pueden cultivar hasta tres plantas en la propia casa) y que las distribuye. Ellos suelen comprarla y admiten que en un verano pueden llegar a gastarse unos 200 euros… aunque en ocasiones, también se la han llegado a robar a algún amigo.

Los tres jóvenes parecen conscientes de los riesgos que asumen pero hablan de ello con naturalidad: “está riquísima”. 

“Está claro que sea legal o ilegal quien quiera consumirla lo hará igual, solo que siendo ilegal se beneficiarán los narcotraficantes, con todas sus consecuencias: violencia, asesinatos, extorsiones, corrupción en todos los ámbitos”, leo en un comentario. 

Pero esto no es solo cosa de “pelaos” o de “críos porretas”. En un reciente informe, las asociaciones cannábicas de consumo (*) calculan que el 2% de la población española de entre 15 y 64 años de edad consume cannabis diariamente, con una media mensual de gasto de 100 euros, mientras que otro 7,6 % de la población de la misma franja de edad,  es consumidor eventual, con un gasto mensual de 13 euros al mes.

Sacando cuentas se concluye que los consumidores de cannabis gastan al año en España 1.163 millones de euros comprando esta sustancia. Según las asociaciones cannábicas, que defienden que si toda la marihuana se adquiriera en sus locales, donde tributa el IVA, reportarían al Estado 177 millones de euros en impuestos.

En el segundo documental  Samanta Villar, periodista del Canal 4,   se somete a la experiencia, en un formato tipo reality,  de fumar porros 21 días seguidos, aunque en realidad terminaron siendo 18 porque la chica tuvo que tomarse un descanso por lo mal que lo estaba pasando. El documental mezcla esta experiencia de la Villar con analistas y expertos en el tema, como un psicobiólogo de universidad o un catedrático de Farmacología.  Incluso muestra situaciones en las que la marihuana es parte de la vida cotidiana de una persona, como es el caso de un escritor experto en drogas, o en problemas de salud, como es la situación de una mujer que padece esclerosis múltiple y que utiliza el cannabis como fármaco.

Estas historias el programa no las vende ni como buenas ni como malas, sino como un testimonio más, mezclado con la experiencia de la periodista. Bueno, no cuento más pero hay  otras historias muy interesantes,  que intentan señalar los  aspectos positivos y negativos. Entre los primeros se señalan en el documental aludido autoconciencia, lucidez depresiva, apertura a nuevas ideas** y negativos como pueden ser la paranoia, trances de histeria, ansiedad, distorsión de la percepción y por supuesto la adicción que puede causar  la marihuana.

Acabo de enterarme de que Colombia, siguiendo los pasos de Uruguay, se ha descriminalizado la posesión de hasta 20 gramos de marihuana, y 1 de cocaína como dosis personal. No sé si alegrarme o entristecerme porque en este tema todavía hay muchos que estamos perdidos. Saludos para todos.


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(*): Hoy en día existen más de 40 clubs sociales de cannabis inscritos legalmente en España, cuya finalidad   consiste en crear un cultivo de hierba privado y suministrarlo entre sus socios.

(**): El cannabis tiene un antiguo historial en rituales religiosos en todo el mundo. Por otra parte, un estudio publicado en South African Journal of Science reveló que "pipas desenterradas de la casa de Shakespeare en Stratford-upon-Avon contenían restos de cannabis". El análisis químico se llevó a cabo después de que investigadores plantearan la hipótesis de que la "conocida hierba" (noted weed) mencionada en su Soneto nº 76, y el "viaje en mi cabeza" (journey in my head) del Soneto nº 27 podrían hacer referencia al cannabis y su uso.


Fuentes:

Wikipedia
http://www.elcomercio.es

viernes, 10 de agosto de 2012

Vistosas fiestas veraniegas


España es un país muy rico en manifestaciones culturales razón por la cual la Unesco ha declarado a varias de las fiestas populares que se celebran como de Interés Turístico Internacional. Cada año, cientos de viajeros se animan a conocer estas tradiciones. En esta entrada quiero traer a colación dos que llaman especialmente la atención, a mí al menos, una por lo vistosa, y otra por la polémica que desata su realización, como otras tradiciones aquí en España (a propósito, estoy aplazando una y otra vez el tema de los festejos taurinos, pero ya lo sacaré como tantos otros temas a los que les he prometido un artículo).

En las extensas playas de Sanlúcar de Barrameda, municipio de la provincia de Cádiz bañado por las aguas del Atlántico y el río Guadalquivir,  tienen lugar cada mes de agosto las tradicionales carreras de caballos, una competición que se remonta a mediados del siglo XIX y que, gracias a su espectacularidad, ha conseguido ser reconocido como uno de los grandes eventos del verano en Andalucía.



Su atractivo se debe fundamentalmente a las especiales características del lugar en el que se desarrollan:  la franja de arena húmeda liberada durante las bajamares. El deslumbrante marco-puesta de sol y el Coto de Doñana (uno de los parajes más importantes de Europa)-  son fuente de inspiración para fotógrafos y camarógrafos que acuden cada año para inmortalizar este evento. Su gran animación, la masiva presencia de visitantes, el hipódromo natural espectacular, los palcos, el colorido de las ropas de los jinetes y amazonas, conjugados hacen de este certamen algo digno de verse.

Para su realización cada año se consultan las tablas de mareas. El primer ciclo este año se llevará a cabo los días 12, 13 y 14 de agosto.  Catorce días más tarde (27, 28 y 29)  tendrá lugar el segundo ciclo, más colorista y de mayor arraigo entre los saluqueños. 

Me imagino un evento como estos desarrollándose en las playas de Blas El Teso, en Cartagena. Quedaría de cine ¿no les parece?

Otra fiesta llamativa y controvertida es "La Tomatina", que tiene lugar el 29 de agosto, en el municipio valenciano de Buñol, tambien al sur. Se trata de una lucha en la que los participantes se arrojan tomates -hasta 100.000 kilos- los unos a los otros, durante una hora, y que cada año no para de sumar adeptos, a pesar de las críticas. 

El origen de esta fiesta tiene que ver con otro rasgo muy español, el mal caracter que ostentan algunos, y la tendencia a tomar del pelo, de otros muchos. Todo comenzó el último miércoles de agosto del año 1945, cuando unos jóvenes pasaban el rato en la plaza del pueblo para presenciar el desfile de gigantes y cabezudos y otros actos de la fiesta.  Los chicos decidieron hacerse un hueco dentro de la comitiva de un desfile con músicos, gigantes y cabezudos. El ímpetu de los jóvenes hizo que cayera un participante que ­-preso de la ira- empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso. Por un capricho del destino, allí había un puesto de verduras que fue pasto de la multitud enfurecida: la gente empezó a tirarse tomates de unos a otros hasta que las fuerzas del orden público pusieron fin a aquella batalla vegetal.

Al año siguiente, los jóvenes repitieron el altercado de forma voluntaria y llevaron los tomates de su casa. Aunque la policía disolvió en sucesivos años la reciente tradición, los chicos, sin saber nada, habían hecho historia.  “La Tomatina” fue prohibida a principios de los 50, cosa que no disuadió a sus participantes que llegaron a ser, incluso, detenidos. Pero el pueblo habló y la fiesta volvió a permitirse, uniéndose más participantes y tornándose cada vez más frenética.
Desde entonces, año a año crece el número de participantes y el entusiasmo por La Tomatina. El éxito ha llevado a que La Tomatina de Buñol fuera declarada en 2002 Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo. En un mundo tan golpeado por el hambre este festejo puede parecer una falta de respeto y de vergüenza,  "porque es censurable que se desperdicien cantidades ingentes de tomates que pueden calmar el hambre de tantos, sólo para pasar un rato de alcohol y otros vueles", reclama un bloguero. Me parece que tendrá los años contados esta "celebración".



miércoles, 8 de agosto de 2012

¡Qué pícaros sois!



"Lázaro, engañado me has: juraré yo a Dios que has tú comido las uvas tres a tres."No comí -dije yo-mas ¿por qué sospecháis eso?".
Respondió el sagacísimo ciego:
"¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En que comía yo dos a dos y callabas., a lo cual yo no respondí. 
Reíme entre mí y, aunque muchacho, noté mucho la discreta consideración del ciego.
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La semana pasada el diario ABC destacaba que un estudio de TaxJustice Network calculaba que  la evasión fiscal en España se lleva cada año 81.000 millones de euros de las arcas públicas. Desde el ciudadano de a pie, hasta el gran empresario aprovechan cuando el Estado no mira para hacer movimientos por debajo de la mesa señalaba el artículo.

En lo político,  la democracia española está seriamente dañada por la corrupción. Desde el caso Gürtel, pasando por el caso Palma Arena, hasta la implicación del yerno del rey en el caso Babel, la corrupción se campea por casi todas las comunidades autónomas (ver mapa) unas veces por prevaricación, otros por sobornos, extorsión, especulación urbanística. Pero bueno,  mi propósito en este post no es señalar, pues al fin al cabo, en esto de las corruptelas, se salvan muy pocos países y el mío no es precisamente la excepción (la cultura del soborno está muy arraigada) aunque hay algunas mejoras en ese sentido, según Transparencia Internacional. En el índice de percepción por corrupción Colombia ocupa el puesto 78, mientras que España se sitúa en el 60. Los primeros lugares, es decir donde se presentan pocos o ningún caso de corrupción, son Dinamarca, Finlandia, Suecia,  Suiza, Nueva Zelanda, Canada y Singapur, entre otros.




La pregunta del millón es de dónde sale tanto marrullero, estafador y pícaro. No es nada nuevo. La literatura del Siglo de Oro recoge esta visión irónica y despiadada de la sociedad del momento en El Lazarillo de Tormes (por cierto, vivo en Salamanca, lugar donde se desarrolla la obra), donde su personaje central soporta humillaciones para obtener comida o un sitio donde dormir, en tanto que en Guzmán de Alfarache (la novela de Mateo Alemán), es otra obra de la picaresca pero con discurso moral incluido, y como tal fue recibida en su época. Quevedo por su parte en sus obras reflejaba una España de picaros y truhanes, donde existía el oficio de engañar al prójimo; el pícaro y ladrón eran ejemplo de simpatía e inteligencia. Ha pasado mucho tiempo desde entonces pero parece que la filosofía de la España del barroco todavía persiste como signo de identidad.

Pero todo tiene una motivación según parece. Los pícaros siglos atrás eran la versión contraria al idealismo de los caballeros –tipo Don  Quijote–  y surge como reacción a la modernidad cuando ésta ya dominaba en el resto de Europa. 

Hoy el pícaro, o el vivo como decimos en Colombia,  tiene prestigio: es simple y llanamente un tío listo y divertido, en contraposición al tonto. De hecho siempre he pensado que en este país se encasilla a la gente, más que en clases, en dos tipos: el listo y el tonto. “Yo no soy tonto”, es el lema de una cadena especializada en productos de informática y electrónica, porque compro en ...".   "Qué bobada", pensaba yo, pero entiendo ahora las razones del publicista para hacer de esta frase insulsa todo un eslogan.

Por otra parte, la gente se queja y escandaliza de sus dirigentes ahora que se sabe que los índices de pobreza están subiendo (el total de hogares con todos sus miembros en el paro ha llegado a 1.737.600, según las últimas cifras del INE), por lo cual hace que se  mire hacia los despilfarradores y ladrones. No obstante, cuando existía la bonanza económica, parecía que la moral se había relajado. Para muchos es inconcebible que haya autonomías donde sus dirigentes se eternicen en el poder como en Andalucía y Canarias, las más pobres y con mayor indice de parados, y a pesar de todo no hay depuración democrática. Pero llama la atención algo: el presidente de Mercadona no entiende por ejemplo, cómo en España con más de 5 millones de parados, los proveedores de naranja o fresa de su cadena de supermercados y otras empresas distribuidoras no encuentren apenas aspirantes españoles para la recogida del producto y recurran exclusivamente a inmigrantes extranjeros dispuestos a trabajar en duras condiciones y mínimo jornal, y reclamaba por tanto una reforma del sistema laboral que empuje a los parados a aceptar incluso este tipo de trabajos. ¿Será que aparte de pícaros abunda mucho perezoso por aquí? . Y otra perla sobre la cual llamó la atención don Juan Roig, ¿cómo es posible que en el sector público  el absentismo laboral supere el 15% en ocasiones? ¿Se ponen más enfermos que los demás o es que se les aprieta menos para ir a trabajar? El grupo Adecco suele publicar sondeos que arrojan que un millón de trabajadores no acude en España a su puesto de trabajo cada día con un media de absentismo del 5%. Sin comentarios. 

Para terminar,  transcribo esto que encontré en un blog con un nombre curioso www.frikis.net: "En España siempre tratamos de buscarle los trucos a cualquier sistema, ver como podemos pagar menos o mejor, no pagar. Como podemos explotar un sistema para nuestro mayor beneficio personal. En serio, con vosotros pasa lo mismo. Llegáis a una ciudad nueva, no hay tornos en el metro ya estáis pensando lo fácil que es colarse. Véis en un lugar la fruta expuesta en la parte de fuera de una tienda, ya pensáis lo fácil que sería coger una manzana sin mayor problema. [...]

Lo peor de todo es que en nuestro país todo esto esta bien visto. Esto puede parecer muy divertido, pero esta teniendo unos efectos totalmente negativos sobre nuestro propio país, nuestra sociedad y directamente en nuestra calidad de vida. No nos estamos dando cuenta pero estamos tirando piedras contra nuestro propio tejado. [...]".


Saludos para todos.

Fuentes:
Diario ABC
ContraOpa – blogs de El Mundo.