miércoles, 25 de abril de 2012

Juan David en el Festival Vallenato


En mi país, en la Ciudad de los Santos Reyes, se lleva a cabo por estos días el evento más importante de la música autóctona colombiana. Estoy refiriéndome a Valledupar y a su festival vallenato.



Esta ciudad, ubicada al nororiente del Caribe colombiano, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta y a orillas del río Guatapurí, se ha bautizado como la Capital Mundial del vallenato. Tuve oportunidad de conocerla a principios de los 90´s y me sorprendió en ese entonces lo limpia y bien planificada que estaba, a pesar de tener la fama de que es una ciudad donde se vive una eterna parranda (con su permiso, señor Salcedo Ramos).

A mis amigos españoles que no saben de qué va este tema del vallenato, les comento que es el ritmo de la canción latina que ponían los seguidores de Rajoy en sus mítines de la campaña electoral, regalo de la Asociación Popular de España en Colombia (APE-COL) y que dice así: “Éste es el hombre que España ya conoce. Porque es honesto y sabe trabajar. En él ponemos toda la esperanza. Rajoy, presidente, por el vamos a votar”. El estribillo en ritmo de acordeón parecía que gustaba más a los seguidores del PP que el tradicional himno del partido. “Mariano Rajoy, el hombre del futuro. América Latina también lo va a apoyar. Los españoles residentes en el mundo. Pa´ presidente Rajoy van a votar”.

El festival vallenato se define, según su web, como un certamen que trabaja y propende por la defensa y difusión de esta expresión folclórica en sus cuatro aires: paseo, merengue, puya y son. Los actos preliminares de la 45 versión -que se celebran en honor de Calixto Ochoa, el prolífico fundador de "Los Corraleros de Majagual"- se iniciaron el pasado 21 de abril con distintas actividades, como el desfile de “Willys” parranderos, esos camperos famosos conocidos en medio mundo y que son toda una institución en las provincias colombianas, con la pretensión de recordar las tradicionales parrandas de los años 50. También ha tenido lugar un concurso de pintura infantil y un foro académico en torno a la figura del autor de “El africano” y de aquel “Compae Remanga” que tanto me hacía reír de niña, entre otros temas. Hoy miércoles tiene lugar el colorido desfile de piloneras, donde mujeres de todas las edades y clases sociales, se engalanan con el vestido típico del César -muy parecido al de las cumbiamberas- que estará recorriendo la calle 16 y culminará en la Plaza Alfonso López. Desde mañana jueves y hasta el lunes 30, se desarrollará el evento central del festival: el concurso de acordeoneros, venidos de todo el país e incluso del exterior (España, Inglaterra, Estados Unidos y Venezuela) para elegir al Rey Vallenato 2012.

A estas horas que escribo mi entrada, estará viajando a mi país, desde Kentucky (Estados Unidos), Juan David Payares Olier, de 26 años, hijo de Juan José Payares Bustos, una persona muy apreciada pero fallecida en la flor de su juventud y con quien tuve oportunidad de trabajar en Cartagena, en Petroquímica Colombiana (hoy Mexichem) y la psicóloga Rosmery Olier, radicada en USA. De niño "lidié" a Juan David, junto a sus dos hermanos José Hernando y Mónica en dos vacaciones creativas, el evento que cada año congregaba a los hijos de los trabajadores en esa empresa de la que tan gratos recuerdos tengo.



La orgullosa madre me cuenta, vía FB, que la afición del chico viene de su padre, que también tocaba acordeón y sobre todo caja. “Al morir Juancho tuvimos que venirnos a USA en busca de mejores oportunidades y en Juandi, al sentirse en tierra extraña, emergió el temor a perder sus raíces, por lo cual un buen día tomó el acordeón como medio para mantener los nexos con la tierra que lo vio nacer”. La constancia y talento de Juan David le han permitido ganarse dos veces el festival vallenato que se organiza en Miami, en la categoría aficionado. También ha sido invitado en ese país a alternar con figuras como Iván Ovalle, su maestro de composición, Juan Piña e Iván Zuleta, entre otros. Ingeniero mecánico de profesión, el chaval tiene alrededor de doce composiciones y como dice su ultima canción "Yo compongo, toco y canto”. Le pregunto que cuando viene por Europa y me cuenta que tuvo la oportunidad de irse de gira por el mundo con varios artistas como Juan José Mesa y Beto Galvez, pero desistió porque para entonces tenía como prioridad terminar su carrera, “todo a su debido momento”, puntualiza.

El viernes y el domingo todo el combo Olier y buena parte de los amigos de infancia, vecinos del barrio Manga de Cartagena, estarán en Valledupar para acompañar a Juan David, que se presentará en la categoría profesional, junto a Alvaro Villarreal (en la caja) y Lucho Balmaceda (con la guacharaca). Termino esta entrada deseando toda la suerte del mundo para Juan David y con esto me despido a la usanza de Eliseo Herrera en Los Corraleros ¡Nos fuimooos!


P.D.: Faltaba este apunte para cerrar el tema de la participación de Juan David Payares en el Festival Vallenato de este año. Como apreciarán en el enlace de abajo, el muchacho se fajó en esta puya que demuestra su enorme talento. 

En esta versión del Festival no hubo suerte por un par de errores de logística, pero el hijo de nuestro apreciado Juan José Payares cumplió su sueño de subirse a la tarima Francisco, El Hombre, donde se ganó el respeto y la admiración del público. Aunque no se trajo el codiciado título la experiencia fue siempre grata y le servirá para ir "a por todas" la próxima vez que decida presentarse. Los grandes del vallenato presentes en el certamen no dudaron en reconocer el mérito que tiene nuestro representante. Suerte en lo sucesivo, Juan David. Estaremos atentos a tus logros, y sabemos que no desmayarás hasta alcanzar la meta. Un abrazo para tí y para tu querida madre.


http://www.youtube.com/watch?v=GOOI2nRPnzA

martes, 17 de abril de 2012

Merienda a la orilla del Tormes

Ayer fue Lunes de Aguas, segundo lunes después del Domingo de Resurrección, como se sabe. Miles de salmantinos –católicos o no, y a pesar del frío invernal que todavía hace- rompieron su rutina de trabajo para acudir en masa a los campos, a las orillas del río Tormes o a cualquier lugar con suficientes zonas verdes, para pasar la tarde en familia y con los amigos y disfrutar del hornazo, la típica merienda de esta fecha (el tal hornazo es la imagen de más abajo, una empanada hecha a base de diferentes embutidos como chorizo y lomo de cerdo, además de huevo duro). Pero ¿qué es lo que se celebra? Pues nada más y nada menos que el regreso de las meretrices a la ciudad, tras el exilio forzoso al que eran sometidas durante la cuaresma. La celebración data del Siglo XVI y fue instaurada por Felipe II, el rey que ordenó desde España la construcción de 11 kilómetros de murallas y fuertes que protegieran a nuestra Heroica Cartagena.



Esto ya no es así, pero la fiesta permanece. A fin de cuentas este es el país más fiestero de Europa (tenemos a quien salir). Pero ¿qué llevó al Rey Prudente, como se conoce a Felipe II, a tomar tal determinación?. El hecho de haber escogido a Salamanca como lugar para casarse con María Manuela de Portugal. Durante los días previos al casorio el heredero de Carlos I, que para entonces contaba con 16 años, tuvo tiempo más que suficiente para contemplar con asombro el verdadero rostro de Salamanca.

Wikipedia cuenta al respecto (me "mola" el relato, por lo cual lo dejo tal cual): "Felipe no entiende cómo esta sobria y señorial capital de la meseta funde en su seno el templo del saber, la luminaria del cristianismo europeo, el dogma y la palabra, y al mismo tiempo el ocio y la diversión sin límites ni miramientos. Y es que Salamanca en aquellos años contaba con más de ocho mil estudiantes (sirva como referencia que Madrid tenía once mil habitantes en el primer tercio de siglo XVI), entre los cuales hay becados, sopistas, señoritos de postín, alrededor de los cuales gira un complejo mundo plagado de criados, mozos de cuadra, taberneros, prostitutas para todos los bolsillos y dones, también curas corruptos, catedráticos rectos y catedráticos visionarios y ocultistas, rameras con más bachillerías que los propios estudiantes, lavanderas, amas de llaves, buhoneros y feriantes, de tal modo que a la par que las Escuelas Mayores y Menores, patios de lectura, y bibliotecas, coexisten tabernas insanas y lujuriosas, casas de amancebamiento de toda índole, y toda suerte de atentados contra el sexto y todos los demás mandamientos inventados y por inventar. Pícaros, incluseros, "lazarillos" avispados, ciegos resabiados, alcahuetas y "celestinas" poblaban los arrabales de Salamanca, que se convierte en fuente de este tipo de géneros literarios". 

Felipe II dentro de su rectitud cuasi monacal queda perplejo con tamaño espectáculo y lo primero que hace es promulgar un edicto en el cual ordena que durante los días de Cuaresma y Pasión la prohibición de comer carne se haga extensible en todos los sentidos, y para evitar conductas que conlleven pecado carnal, obliga a que las mujeres "de vida alegre" sean expulsadas de la ciudad, y conducidas extramuros durante el citado periodo cuaresmal, poniendo además como condición que ninguna sea osada de acercarse a menos de una legua de los límites de la ciudad so pena de sufrir gran castigo.

Dicho y hecho, a partir de este edicto, las prostitutas de Salamanca abandonaban la ciudad antes de comenzar la Cuaresma y el tiempo de abstinencia, y desaparecían de ella de manera temporal, recogiéndose en algún lugar al otro lado de río Tormes.

Pasada la Semana Santa y con ella el periodo establecido, las rameras regresaban a Salamanca el lunes siguiente al Lunes de Pascua, para lo cual los estudiantes organizaban una grandísima fiesta, las calles de Salamanca se trocaban en torrentes de vino tinto, y salían a recibirlas a la ribera del Tormes con gran júbilo, estrépito y alboroto. Imagínense por un momento la escena y continúo con el recuento: "Ellos mismos se encargaban de cruzar a las alegres damas en barca de una orilla a otra del rio, y en medio de una gran algarabía llegaba el descontrol, el éxtasis etílico, el desenfreno y la carnalidad, acometiendo allí mismo lo que sus instintos reprimidos durante un mes y medio les pedían en ese momento. La gran orgía estudiantil a orillas del rio, culminaba siempre con un gran remojón colectivo, con los asistentes al evento -rameras y estudiantes- completamente ebrios.

De conducir a las meretrices y pupilas tanto a su exilio temporal, como a su aclamado regreso, se encargaba un pintoresco personaje. Un sacerdote picarón llamado Padre Lucas, y que por degeneración del término, era conocido por los estudiantes por el nombre de "Padre Putas", el cual se encargaba de concertar el momento del advenimiento carnal de estudiantes y doctoras de la cátedra del placer". ¡Qué pasada!


El lunes de aguas pues ha permanecido en el calendario festivo salmantino con unas connotaciones más bien "zanahorias" y ya no se despide con él los rigores cuaresmales, sino que permanece para tener un pretexto para irse de fiesta, aunque al día siguiente haya que currar.





Fuente: Wikipedia

sábado, 7 de abril de 2012

La Semana Mayor en España

Estamos a pocas horas de celebrar el Domingo de Pascua así es que antes de que se me acabe esta santa semana me apresuro a dejar mis impresiones sobre una de las mayores celebraciones que se realizan en el mundo católico.


En España, estado aconfesional según la Constitución, a pesar de que cada día es más evidente la desafección por la práctica religiosa, se sigue celebrando la Semana Mayor, aunque más que como un acto de fe como una manifestación de carácter folclórico. Una de las cosas que me sorprendió al llegar a este país era el número de personas que se declaraban agnósticas y cuando presencié la primera Semana Santa en Zamora, con su multitud de cofrades pregunté: "¿Pero y esto qué es? ¿Por qué son tan contradictorios los españoles? ¿Todos son creyentes acaso?". Me respondieron que no, pero se participa por una razón muy sencilla: hay que mantener la tradición y si la celebración actúa como reclamo turístico, ¿por qué ha de desaparecer?. Sin comentarios.

Lo cierto es que la religión sigue muy presente en la vida cotidiana de la Madre Patria. Sin ir más lejos, aquí más que los cumpleaños se celebra el “santo” (el santo que se festeja el día del nacimiento de cada quien) y la mayoría de los días festivos del calendario tienen una relación directa con algún evento católico.

A pesar de todo, la Semana Santa española se celebra con gran emoción. De día y de noche, al paso de las procesiones, las calles se convierten en espacios donde se mezclan el olor del incienso con la música de los tambores y trompetas; el colorido de las velas y las flores con el arte de las esculturas religiosas, creando así estampas conmovedoras.

El "tejemaneje" es más o menos así: Las procesiones las organizan las cofradías. En cada procesión pueden figurar una o varias hermandades, cada una con su respectivo paso, que suelen ser imágenes alusivas a la Pasión de Cristo o imágenes de la Virgen. También figuran los penitentes o nazarenos (esos que también se aprecian en las semanas santas de Popayán, Tenerife (Magdalena) o Mompox) con sus correspondientes insignias y suelen llevar gorros cónicos, muy característicos de España (¿se lo copiaría de aquí el Ku Klux Klan?), y según el lugar se llaman capuces, capirotes, capillos, capiruchos. De estos gorros parte el antifaz, una tela que oculta el rostro, garantizando el anonimato. Cada hermandad tiene un color de túnica y un titular que le diferencia de las demás. Es un orgullo poder cargar con ellas y salir en la procesión. Yo tuve el honor de participar en una, el jueves santo de 2008 en Zamora, en la de la Virgen de la Soledad (a la que todos los zamoranos llaman “Nuestra Madre)”, pero no viene al caso explicar cómo fue. Sólo diré que tal vez se trató de una gracia que me concedió la Virgen, por haber recuperado la devoción hacia ella.


La Semana Santa se celebra en todas las ciudades y puntos de España. Sin embargo, hay varias fiestas que, por su especial atractivo y singularidad son muy conocidas y han sido declaradas de interés turístico. Hay un total de 16 celebraciones de Semana Santa consideradas de Interés Turístico Internacional. De ellas, seis se celebran en Castilla y León, 3 en Andalucía, 3 en la Región de Murcia, 2 en Castilla-La Mancha, 2 en la Comunidad Valenciana y 1 en Extremadura.

La Semana Santa zamorana, la que he vivido más intensamente, es de las más impresionantes de todo el país. Sus procesiones, elegantes, austeras, silenciosas, envuelven de fervor religioso a quienes hemos tenido la oportunidad de estar presentes. El canto gregoriano "Miserere mei Deus, secundum magnam, misericordiam tuam...". le pone la piel de piel de gallina al más incrédulo, y es entonado en la Plaza de Viriato por un centenar de integrantes del coro de la hermandad de Jesús Yacente. Al paso de la procesión, las luces de las calles se apagan y la única iluminación procede de las teas de vela roja que portan los penitentes, que en su mayoría caminan en sandalias o descalzos. Por su parte, la de Jesús Nazareno, que sale el Viernes Santo a las 5 de la mañana y se extiende hasta el mediodía, cuenta con 5.000 cofrades, y en uno de sus descansos se sirven sopas de ajo como desayuno. Este año no pudo salir por culpa de la lluvia y así muchas otras procesiones en toda España.

La Semana Mayor de Sevilla, capital de Andalucía y al sur de España, es quizás de las más conocidas y espectaculares. En sus procesiones se cantan saetas (melodía de ejecución libre, llena de lirismo y de influencia árabe) en el descanso de cada uno de sus pasos. Por tradición los niños forman bolas con la cera de los cirios que portan los nazarenos.

Por su parte, la Semana Santa de Málaga, también al sur, posee además del privilegio de liberar a un preso (uno de los momentos más emotivos es cuando la figura de Jesús da su bendición al recluso) cuenta con el lujo de tener al actor Antonio Banderas como hermano de diversas cofradías malagueñas.

Ahora nos vamos al sureste del mapa, a la provincia de Albacete en Castilla-La Mancha, donde sobresale la Semana Santa de Hellín por su tamborada. El sonido de más de -léase bien- 20.000 tambores irrumpe en el pueblo, provocando un estruendo que se prolongará a lo largo de varios días, contrastando con el silencio y el recogimiento del Viernes Santo. En este desfile aparece la imagen tallada del Cristo Yacente. Una última tamborada, desde la noche del sábado hasta el domingo por la tarde, pone fin a la Semana Santa, tras una multitudinaria suelta de palomas.!Qué espectáculo!.


La Semana Santa de Salamanca, la ciudad donde ahora resido, es vistosa con los monumentos de la ciudad -las catedrales nueva y vieja- como telón de fondo. Destacan los Oficios en la Universidad y la procesión del Viernes Santo del Cristo de las Batallas. Pero Salamanca tiene como colofón de la cuaresma algo que las demás celebraciones no tienen, el "Lunes de Aguas", cuyas raíces provienen del Siglo XVI. A pesar de que comenzó por los principios morales y religiosos del Rey Felipe II, a día de hoy es una fiesta profana, que une a los salmantinos en gran celebración el lunes siguiente al Lunes de Pascua. Es tan simpática o curiosa o escandalosa, depende de cómo se mire, la historia que merece -ella sola- una entrada. Sólo anticipo que Salamanca al albergar la primera de las universidades “destos reynos”, la más rancia y antigua, era al mismo tiempo el mayor burdel de Europa, la Sodoma y Gomorra Occidental. Una de las tres lumbreras del mundo, y uno de los tres putiferios del orbe conocido… lo demás queda para el post. Suena emocionante, ¿cierto?