sábado, 16 de marzo de 2013

Gracias, comandante



El presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, ha afirmado que el fallecido presidente Hugo Chávez pudo haber influido en la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa. Así  lo reseñaba Noticias Caracol (cadena radial colombiana, propiedad del grupo Prisa), en su página web. 

"Acaban de elegir como papa por primera vez en la historia a un suramericano…  Nosotros sabemos que nuestro comandante ascendió hasta esas alturas, está frente a frente a Cristo;  alguna cosa influyó para que se convoque a un papa suramericano, alguna mano nueva llegó, y Cristo dijo, bueno, llegó la nueva hora de América del Sur", se atrevió a manifestar.

"En cualquier momento (Hugo Chávez) convoca una constituyente en el cielo para cambiar la Iglesia en el mundo y que sea el pueblo, el puro pueblo de Cristo el que gobierne el mundo", agregó Maduro.


Palabras más palabras menos lo que queda claro, es que según esto el Comandante Chávez está ya en comunión con todos los santos, ese dogma de la Iglesia Católica que permite  la unión con Cristo. De más decir que gozan ya de la gloria de Dios  y  pueden interceder por nosotros.  Pero, ojo,  no es cualquier santo. El comandante, según Maduro, tiene un ascendiente tal en los asuntos celestiales, que ha superado al mismo Bolívar, a quien nunca se le atribuyeron semejantes poderes de intercesión para influir en asuntos terrenales y menos en la elección de un Papa. Pero si por algún medio el señor Maduro ha tenido conocimiento de que esa mediación del comandante tuvo lugar,  los latinoamericanos no tenemos más que agradecerle y hacer votos porque más temprano que tarde se empiecen los trámites para su beatificación.

Pero a mí no me extraña. Alrededor de la figura de Chávez se ha tejido un mito y de paso todo un modelo de merchandising.   E.C., de 42 años, por poner un ejemplo, cuenta que está destrozado por la muerte de Hugo Chávez. Pero los negocios son los negocios y se consuela pensando que las gorras y camisetas del extinto líder que ofrece en un puesto callejero se venden como pan caliente. Lo mismo sucede con tatuajes alusivos a Chávez, aros, tazas y figuritas hablantes. Se puede comprar hasta ropa interior con la imagen de Chávez, cuyos partidarios están fomentando un culto a la personalidad que comenzó cuando el ex paracaidista estaba todavía vivo y se intensificó tras su muerte.

Lamentablemente murió el presidente. Pero todo lo que es souvenir con la imagen del presidente se ha vendido”.Asegura que está vendiendo cinco veces lo que vendía cuando Chávez estaba vivo.

De Hugo Chávez se ha dicho todo o casi todo. La gran influencia que el  comandante  ejerció en su país y América Latina durante tres lustros hace inevitable que tenque que referirme a él,  aunque alguna vez prometí no hablar de política, y menos de un tema tan controvertido como es la figura de Chávez, de quien no me declaro admiradora, pero tampoco detractora. Creo que lo que falta ahora es ahondar en el análisis de lo que pasará ante su ausencia, y yo de momento no estoy preparada para eso, por lo cual, me voy a terrenos que me son más familiares: la elección del nuevo papa.


Como católica y sudamericana, la noticia me puso contenta, toda vez que Francisco Irepresenta todo un hito pues se trata del primer Papa nacido fuera de Europa (si bien existe un antecedente en Gregorio III en el siglo VIII,  nacido en Siria). Sin embargo me llena de inquietud que no cesan de publicarse notas en las redes sociales y en la prensa relacionadas con la presunta connivencia del nuevo Papa con la dictadura militar que –según el Vaticano- provienen de la izquierda radical.

Los detractores de Francisco lo tachan de populista conservador y lo acusan de no haber hecho lo necesario para conseguir la liberación de dos misionarios jesuitas, detenidos por la dictadura argentina el 23 de marzo de 1976. Los religiosos, que trabajaban en los barrios pobres y a los que se acusaba de connivencia con los montoneros —guerrilleros que se identificaban con la izquierda peronista—,  fueron torturados por orden de la junta militar y liberados cinco meses después. Bergoglio dirigía en aquella época la orden jesuita en el país sudamericano y se quejan de que no hizo todo lo que pudo estar a su alcance. Por si fuera poco las famosas Abuelas de la Plaza de Mayo pidieron investigar al nuevo Papa en casos de robos de bebés por los militares.

El activista de derechos humanos y Premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, ha rechazado estos días tajantemente las acusaciones contra Bergoglio desde la televisión británica BBC. "Hubo obispos que fueron cómplices de la dictadura argentina, pero Bergoglio no", ha declarado. Para Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, el Papa "hizo mucho para proteger a las personas durante la dictadura" y una vez nombrado arzobispo de Buenos Aires "pidió perdón en nombre de la Iglesia por no haber hecho bastante durante el periodo de la dictadura". 

Yo me quedo con esto; prefiero pensar que Jorge Mario Bergoglio fue elegido para reforzar vínculos y difundir amor y cooperación entre los pueblos del mundo y no para tapar la podredumbre que,  dicen,  redujo a la impotencia a Joseph Ratzinger.

Un cordial saludo para todos y gracias por leerme. Al día de hoy este blog cuenta con más de 5.000 lecturas. Hasta pronto!.