Hace dos días Amancio Ortega, uno de los españoles más ricos del
mundo (quinto puesto en la lista Forbes, con una fortuna estimada en 37.500
millones de dólares) anunció que donaría 20 millones de euros a Cáritas.
Por fin una buena noticia, pensamos muchos, sin embargo, algunos
miraron con suspicacia este gesto solidario del dueño de Zara*.
No es frecuente que aparezca alguien que haga una donación de 20
millones de euros (unos 48 mil millones de pesos colombianos) y menos a
Cáritas. Es algo excepcional porque no hay mucha gente que tenga la
posibilidad de hacerlo y la poca que hay prefiere donaciones y mecenazgos
“de mayor proyección”, como por ejemplo, la investigación básica, la lucha
contra alguna enfermedad rara o las donaciones a museos. Son actividades a los
que los ricos-ricos (que son los que pueden donar 20 millones de euros) son más
proclives.
Pero don Amancio tendría sus razones por haber
escogido a Cáritas. En la biografía “Así es Amancio Ortega, el hombre que
créo Zara”, se nos da una pista: “Una tarde al salir
de la escuela fui con mi madre a una tienda a comprar comida. Yo era el pequeño
de mis hermanos y a ella le gustaba venir a recogerme para llevarme a casa, y
muchas veces la acompañaba dando un paseo mientras hacía sus recados. La tienda
en la que entramos era uno de aquellos ultramarinos de la época, con un
mostrador alto, tan alto, que yo no veía a quien hablaba con mi madre, pero le
escuché algo que, pese al tiempo transcurrido, jamás he olvidado: Señora
Josefa, lo siento mucho, pero ya no le puedo fiar más dinero. Aquello me dejó
destrozado. Yo tenía apenas doce años”.
Ese encontronazo con la cruda realidad le puso
en la senda de lo que vendría después: “Esto no le volverá a pasar a mi
madre nunca más. Lo vi muy claro: a partir de ese día me iba a poner a trabajar
para ganar dinero y ayudar a mi casa. Abandoné los estudios, dejé los libros y
me coloqué de dependiente en una camisería” ... El resto de esta
historia de éxito, inspiradora por demás, para una próxima entrada, pero
este episodio de penuria de su infancia sensibilizaría a Ortega en
relación con los más necesitados.
No obstante, un sector de la izquierda ha criticado este gesto del
fundador de Inditex con el argumento de que el grupo que lidera crea
empresas y por tanto puestos de trabajo en países desfavorecidos como India, Turquía
o Marruecos, en vez de invertir en España. ¿Qué hay detrás de una
donación millonaria? se preguntaba la escritora vasca Lucía Etxebarria y
aclara de que no ha sido el empresario gallego el que ha donado personalmente
los 20 millones a Cáritas, "sino su fundación". Y "las
fundaciones, como muchos sabéis, se suelen crear para desgravar a Hacienda".
Es un pensamiento muy lógico, leo en el diario digital Libre Mercado, porque seguro que
el tercer hombre más rico del mundo está disfrutando mientras piensa en cómo va
a desgravarse un 25% de 20 millones (5 millones) en su próximo IRPF (Impuesto sobre la renta de las personas fìsicas).
De haber sido una ONG la beneficiaria, no se habría desatado todo este
tierrero, porque la izquierda no perdona ni olvida la estrecha relación que
tuvo la Iglesia Católica con el Franquismo. De todas formas Cáritas tiene más
que merecida esta donación. La entidad asiste a personas en riesgo de
exclusión social, brindándoles hogar, alimentos y servicios básicos de
salud. El mes pasado, la entidad presentó un informe donde señala que
desde que se inició la crisis, se ha incrementado en un 174% el número de
personas que han acudido a sus servicios de acogida y asistencia pasando de
casi 400.000 en 2007 a más de un millón el año pasado.
Y la cifra aumentará porque el número de hogares con todos sus miembros en
paro está ahora en 1.737.900, según la reciente Encuesta de Población
Activa. Así es que bienvenida sea la donación de don Amancio y a quienes
les haya dolido, antes que criticar
deberían sumarse en la medida de sus posibilidades a soliviantar las
penurias de su prójimo. Épocas como esta que atravesamos son el mejor momento
para demostrar solidaridad, sobre todo si somos cristianos.
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* Zara es la cadena insignia de la empresa y está representada en los
5 continentes con 1671 tiendas en 76 países, 333 de ellas en
España. Inditex entró en Colombia en agosto de 2007 tiene 16
tiendas de sus formatos comerciales Zara, Bershka, Stradivarius y Massimo
Dutti. En 2009 Bershka y Stradivarius abrió tiendas en Barranquilla,
en el centro comercial Buenavista.