“Ve a la escuela,
estudia duro, obtén buenas calificaciones para que puedas conseguir un empleo
seguro, bien pagado y con buenas prestaciones. Y entonces, tu empleo se hará
cargo de ti.
Esas son ideas desgastadas y obsoletas, remanentes de una época pasada. Todo lo anterior es una noción de la era industrial, y nosotros ya no estamos en ella. Tu empleo no se hará cargo de ti. El gobierno tampoco se hará cargo de ti. Nadie lo hará. Es un nuevo siglo y las reglas ya cambiaron”.
-Robert Kiyosaki
Esas son ideas desgastadas y obsoletas, remanentes de una época pasada. Todo lo anterior es una noción de la era industrial, y nosotros ya no estamos en ella. Tu empleo no se hará cargo de ti. El gobierno tampoco se hará cargo de ti. Nadie lo hará. Es un nuevo siglo y las reglas ya cambiaron”.
-Robert Kiyosaki
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He tomado esta cita de Kiyosaki, el autor de «Padre
Rico Padre Pobre», entre otros best sellers, como abreboca a esta entrada que
dedico a mis lectores desempleados, mal remunerados o simplemente hastiados del
trabajo que tienen. No tengo recetas
mágicas pero aspiro a que sirva de inspirador para dar ese salto al mundo de los emprendedores que los lleve a una
situación personal más estable y gratificante. No es fácil porque estamos tan adoctrinados que creemos que
el empleo es algo natural. Sin embargo, lejos de ser
"históricamente" normal, todo el concepto de ser empleado es, en realidad, un
fenómeno basado en un modelo educativo
que está enfocado en la creación de personas obedientes a un sistema, diseñado
para la producción y el consumo. Se le conoce como el modelo prusiano y data
desde cuando las tropas napoleónicas humillaron al ejército prusiano en la
batalla de Jena. El filósofo prusiano Johann Fichte, en su “Discurso a la
nación alemana”, aseguró que la catástrofe era completa responsabilidad de la independencia de los alemanes, por lo
tanto, era necesario un pueblo sumiso
y dominado por las consignas gubernamentales, por lo cual sugirió que el Estado
“debía moldear a cada persona, y moldearla de tal manera que simplemente no
pueda querer otra cosa distinta a la que el Estado desee que quiera”.
Tres años después de la batalla de Jena se
instauró el sistema educativo alemán, cuyo objetivo declarado era la creación
de cinco grupos sociales: a) soldados obedientes para el ejército, b)
trabajadores obedientes para las minas, c) buenos súbditos para el Gobierno, d)
empleados serviles para la industria y e) ciudadanos que pensaran de la misma
manera en la mayoría de las materias.
Pero los tiempos cambian y ahora tenemos otro
panorama. La crisis financiera mundial
obliga ahora a cambiar el chip, “todo tiene que ser repensado, todo tiene que
ser recomenzado”, como dice Edgar Morin en su obra “La vía para el futuro de la humanidad”, donde traza las diferentes vías
reformadoras que se podrían adoptar para conducirnos a una metamorfosis de la
sociedad tan asombrosa como la que engendraron la sociedad que pasó de cazadora
a recolectora.
Aunque suene a llover sobre
mojado, para poner en marcha una empresa el aspirante a emprendedor tiene que
ser capaz de detectar una oportunidad de
negocio. En general, la mayoría de las empresas que se crean no se deben a
grandes inventos ni a desarrollos científicos muy avanzados, sino que intentan cubrir de manera sencilla
necesidades que existen en el mercado. En este sentido, las fuentes para
encontrar posibles ideas son muy diversas, desde las páginas de los periódicos,
pasando por las aficiones particulares de uno, hasta conversaciones con amigos.
El
sistema de franquicia también es una alternativa a considerar para salir del
desempleo: uno mismo es el propio gerente del negocio, pero con el apoyo de
toda una red que protege la inversión con el aval de la experiencia vivida, un
“saber hacer” adecuado y una imagen de marca probada de antemano. Esta
modalidad tiene la ventaja de que se puede acceder al mundo empresarial sin correr
demasiados riesgos.
El
trabajador autónomo o free lance es una persona que ejerce la actividad
profesional de manera esporádica, ocasional o de forma permanente para empresas
o, excepcionalmente, para particulares. En sentido amplio, trabajador autónomo
es aquella persona que crea su propio negocio y que está sometido a un régimen
específico de Seguridad Social.
Algunas
profesiones que se ajustan a este perfil son: periodistas (de hecho mi último
empleo en Colombia fue bajo esta modalidad en Andi-Fundación
Mamonal), médicos, psicólogos o abogados que montan su propia
consulta o despacho; también diseñadores o maquetadores que trabajan para quien
les encargue un trabajo acorde con sus conocimientos profesionales; fotógrafos
de prensa o de eventos (bodas, bautizos, etc.); traductores; intérpretes;
correctores de textos; etc. Cada
día es mayor la tendencia empresarial a la contratación de servicios externos o
a la subcontratación, ya que en muchas ocasiones es más rentable que incorporar
personal a la plantilla.
En fin, las cosas están difíciles pero siempre hay alternativas para buscarse las
habichuelas. Lo único es que ya no hay que buscarlas en otros huertos, sino intentar producirlas en
el mismo terreno que tenemos en casa.
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* Prusia es parte fundamental de la historia de Alemania y de Europa, y desde su fundación como reino fue una de las grandes potencias del continente.
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* Prusia es parte fundamental de la historia de Alemania y de Europa, y desde su fundación como reino fue una de las grandes potencias del continente.
Fuentes: Revista Libertad Digital
Wikipedia
Wikipedia
Tenemos alternativas, solo hay que desprenderse de ese concepto tan devaluado, que si no tienes un empleo en una gran industria no estas realizado. Solo tenemos que atrevernos y cultivar nuestro propio huerto.
ResponderEliminarInés, gracias por tu aporte. Perdona la tardanza en manifestarme. Un abrazo grande.
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