"¿Qué es la Navidad?", se preguntan el
psicólogo sueco Mats Erikson y su esposa Karin, escritores especializados en
comunicación interpersonal. "Alguna vez fue la celebración del nacimiento
de un hombre muy sabio, pero ahora es a menudo simplemente abandonarse a la
excitación del consumo".
Para los católicos en la navidad
se conmemora el nacimiento de Cristo para lo cual hemos de tener el corazón limpio. “No debes preocuparte por preparar la cena o algunos regalos”,
dice La Verdad Católica en su página web, lo más importante para Dios es que llenes tu corazón de amor. Valga la claridad, pero lo cierto es que se sea católico o no, cuando llega diciembre sentimos muchos alegría, otros una especie de respiro porque la monotonía de los meses
que lo preceden llega a su fin y empezamos a hablar de planes, de los regalos que haremos o que nos gustaría que nos hicieran, y a por supuesto a enviar felicitaciones a tutiplén.
A mi la Navidad me encanta, aunque hubo un tiempo
en que me dejé llevar por la desilusión y ni cena de nochebuena ni nada hacía.
Lo único que conservaba era la tradición de los regalos del niño Dios para mis
hijos. Ya por acá he vuelto a encontrarle el gusto a la fecha, aunque la navidad, de puertas para fuera se festeja de forma
austera (sólo una que otro piso tiene luces alusivas a la fiesta), en
comparación como lo hacemos en Colombia, y como añadido, la gente suele ser más amable, la gente normalmente huraña. Caso aparte merecen los detractores
que se mofan de adornos, cenas y regalos.
Vidal (72 años), mi viejo amigo español me decía
ayer 24 que no soporta estas fechas. "Desde agosto que veo en la tele los primeros anuncios de la Lotería de Navidad se me revoluciona la maquinaria. Es una enfermedad, te lo digo yo".
“Pero déjate llevar -le replico-. Disfruta de las luces, de la ilusión
de la gente por los regalos, disfruta de la música que viene de la plaza. Mírame a mí. Estoy lejos de
mi tierra y aquí me ves cantando y bailando”, mientras buscaba en Youtube los temas con los que felicitar en Facebook a
mis amigos. De nada valió, siguió con su
cara de amargue, esperando pacientemente a que me llegara la hora de cerrar la
tienda donde trabajo y eso que en su casa, su mujer Angelines, experta cocinera, estaría fajándose con alguna delicia para la
cena de Nochebuena.
"El consumismo ha devorado gran parte de
nuestras actividades cotidianas y de lo que debieran ser nuestros sentimientos
más personales", dice José Eduardo Abadi. "Cuando la Navidad se
torna en confundir lo que uno es con lo que uno tiene y lo que uno muestra con
lo que uno vale, estamos en presencia de un problema". Eso está bien; hay que ser auténticos, pero si ese consumismo no
se diera por estas fechas habría menos empleo y ahí sí que tendríamos problemas
mayores; eso ya es harina de otro
costal. Lo otro que hay que tener en cuenta es que el modelo
económico que impera en el mundo se fundamenta en el consumismo y de todas las celebraciones (San Valentín, Día de la Madre, Dia del Padre) se aprovecha para motivarlo y la Navidad no podía se la excepción.
Hay movimientos como
The Christmas Resistance Movement (Movimiento de Resistencia
a la Navidad), por ejemplo, llama a boicotear la Navidad. "Boicoteamos las
compras navideñas, las decoraciones, las tarjetas y todo tipo de porquerías
navideñas. Nos rehusamos a participar de la industria de la Navidad. Les
demostramos nuestro amor a nuestros familiares y amigos dándoles tiempo y cariño,
no comprándoles cosas", dice el grupo.
¿Pero qué pasa cuando ni para eso da la navidad?.
La imagen
ideal de niños y mayores sonrientes, comidas deliciosas; paz y amor en abundancia contrasta con una
realidad en la que en lugar de la paz reinan las discusiones familiares, la
soledad, los balances insatisfactorios y la ingestión excesiva
de comida y bebida, si es que no están inmersos en sus móviles, deseándoles a
sus amig@s que no están con ellos "Feliz Navidad", no es irónico?.
Pero ¿y
si la Navidad no se celebrara?. ¿Qué disculpa tendría el Grinch para
despotricar de ella? Aun con el consumismo
que la fiesta desata, a mí me
gusta la Navidad.
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Fuentes
BBC Mundo
Wikipedia