Ayer, repasando los titulares de la
edición digital de BBC Mundo, leí que los coches de lujo han alcanzado récords
de ventas. Aunque a mí esto ni me va ni me viene, me detuve a leerla con
detenimiento, cansada de tanta noticia desoladora que se genera por esto de la
crisis. La nota daba cuenta de que el fabricante alemán de autos Porsche había batido su récord anual antes
incluso de que terminase 2012: vendió 128.978 autos en los 11 primeros
meses del año, casi 10.000 más que los 11.868 vendidos en 2011. El Porsche
Cayenne (90.000 euritos, el de 382 caballos de fuerza) es uno de los
principales culpables del aumento de las ventas. En el mercado de gama más alta
la italiana Maserati vendió 6.200
unidades en 2011 y la semana pasada la compañía aseguró que las ventas durante
los primeros nueve meses de este año crecieron un 2%. Mientras tanto, otro
fabricante de lujo la Jaguar en su versión Land Rover, consiguió el
mejor mes de septiembre de su historia en cuanto a ventas, que se incrementaron
en todos sus principales mercados, y en los 11 primeros meses del año vendió 324.184, un incremento del 32% con
respecto al mismo periodo del año pasado.
Pero en el mercado automotor, como en todos los sectores, unas son de cal y otras
de arena: los grandes fabricantes son
los sufren la recesión al estar la clase media, su target group, en peligro de desaparecer. Como los dinosaurios, escribe Ramón Muñoz en "Adiós, clase media, adiós"* esta "clase social de tenderos" como la
calificaban despectivamente los aristócratas de principios de siglo XX poco a
poco está dejando de dominar la sociedad y la actual recesión puede ser el
meteorito que la borre de la faz de la Tierra. Siguiendo
con la metáfora, el proceso no será instantáneo sino prolongado en el tiempo,
pero inevitable. La nueva clase
dominante (no porque detenten en el poder sino por ser mayoría) que la
sustituya bien pudieran ser los pujantes mileuristas, los que ganan
mil euros al mes. Tal y como sucedió cuando los mamíferos sustituyeron a sus
gigantes antecesores, los mileuristas tienen una mayor capacidad de adaptación
a circunstancias difíciles. También se adaptan los pobres, pero no dejan de ser
excluidos, mientras que los mileuristas son integradores de la
masa
social. Por eso se están extendiendo por todas las sociedades
desarrolladas. En España 1 de cada tres asaliarados es mileurista.
Algunos dan definitivamente por muerta la clase media. Es el
caso del periodista Massimo Gaggi y del economista Eduardo Narduzzi, que en su
libro El fin de la clase media y el nacimiento de la sociedad de bajo coste
(Editorial Lengua de Trapo) vaticinaban la aparición de un nuevo sistema social
polarizado, con una clase tecnócrata reducida y crecientemente más rica en un
extremo, y en el otro un "magma social" desclasado en que se
confunden las antiguas clases media y baja, definidas por una capacidad de
consumo muy limitado, a imagen y semejanza de los productos y servicios que les
ofrecen las compañías low cost (bajo coste) como Ikea, Ryanair, Mc
Donald's, Zara o Skype.
Sin ir más lejos, Intermon Oxfam esta misma semana que finaliza publicó un
informe que da cuenta de la situación dramática y el futuro desolador que le espera a
muchísimos españoles. La ONG advierte que si se siguen
aplicando medidas de austeridad y recortes sociales, la pobreza en España podría
llegar a afectar al 40 por ciento de la población en los próximos diez años,
alertando además que si en España no se cambian este tipo de políticas el país
necesitaría 25 años para recuperar el bienestar social. En estos cuatro años de
crisis, España encabeza el nivel de desigualdad en la Unión Europea.
Por su parte, la consultora internacional Capgemini y de la
gestora de patrimonios del Royal Bank of Canada (RBC Wealth Management),
publicó también un informe en su momento. Según se desprende de los datos de su
estudio, el número de ricos en España sólo ha caído un 2,6% a pesar de
la tempestad financiera que está asolando el país de norte a sur, pasando de
141.000 millonarios en 2010 a
137.300 el pasado año. Según este estudio, para pertenecer a la comunidad de
ricos hay que tener propiedades valoradas en más de 625.000 euros, excluyendo
la primera vivienda y los bienes consumibles.
Ambos informes no
vienen sino a corroborar que la distribución de la riqueza
en el mundo es muy desigual y las crisis económicas afectan más a quienes
menos tienen. Las subidas de impuestos, las privatizaciones de servicios
públicos y los ajustes en general sólo sirven para ahorrar una pequeña cantidad
de dinero a costa de asfixiar a la clase media. Los que más tienen, sin
embargo, apenas se ven afectados por estas medidas. Patética paradoja.
Me da miedo este panorama tan sombrío, presagio de
enormes convulsiones sociales. En tiempos de recesión como los que
estamos viviendo, los ojos se
vuelven hacia los que nacimos a finales de los 50 y la década del 60,
los llamados "baby boomers", a la que también se le llama generación
tapón. Además de ser el
objetivo de las bajadas de salarios o el recorte de prestaciones,
somos los principales paganinis del creciente endeudamiento que están acometiendo los Estados
para sortear la crisis. Y eso sin contar la amenaza de la inviabilidad de
nuestras pensiones cuando lleguemos a la edad de jubilación, de la que no paran
de advertir los malos augures como el FMI. Pero, ojo, que además de una carga
laboral somos también el principal sostén del consumo. Así que cuidado con quitar
el tapón, no vaya a ser que se vaya el gas y nos j... todos.
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Fuentes:
BBC Mundo
El País*
El Blog Salmón
Sin ir mas lejos Maria, yo y mi familia lo estamos pasando como podemos, sueldo justito que no llega para poder terminar el mes, y ademas como venga algo extra entonces apaga y vamonos.
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