martes, 1 de noviembre de 2016

La cara amable de Halloween

Bueno, por fin puedo sentarme a escribir sobre lo que tanto he anunciado, aunque post celebración de Halloween. He decidido referirme a  la fiesta en dos partes, porque el tema es extenso. Esta primera, para darle cabida a un comentario que me hizo cambiar un poco mi visión sobre lo que he considerado siempre como un ejemplo de transculturización, proveniente de una persona que aprecio muchísimo, Rosita Dominguez, y la otra, la que algunos de mis seguidores esperan, la referida a las brujas. 

Cuando se habla de Halloween o Día de las Brujas se piensa en disfraces, maquillaje, fiesta, dulces y niños; pero la tradición indica que su celebración no siempre fue festiva y alegre, y que los ritos que se practicaban durante la noche tenían un carácter purificador y religioso.  Los celtas creían que la noche antes del año nuevo la línea que separa el mundo de los vivos del de los muertos se borraba y éstos podían volver a la Tierra. Además, tenían la creencia de que la presencia de estos espíritus facilitaba a los druidas (sacerdotes celtas) la predicción del futuro, que en aquella época servía a este pueblo a sobrellevar el duro invierno. 

Cuando los Celtas fueron invadidos por el Imperio Romano, estos tomaron la festividad como suya y cambiaron el significado y todos los ritos. Más tarde con la expansión del cristianismo y en una época en la que predominaban las fiestas paganas, la Iglesia suplantó esta celebración por una fiesta cristiana instaurando así el Día de Todos los Santos. Con la inmigración europea a los Estados Unidos, principalmente la de los irlandeses católicos en 1846, llegó la tradición de Halloween al continente americano.

Pero a finales de esa década Halloween pasó de ser una festividad de espíritus y brujería a una fiesta de comunidad, y con el paso de los años, las fiestas con disfraces terroríficos y las bromas y sustos se convirtieron en la manera más común de celebrar la Noche de las Brujas. Con todo esto se perdió la esencia de la superstición y de lo religioso. Ahora Halloween es una de las fiestas más importantes y se celebra por todo lo alto en todos los rincones de Estados Unidos. Con la creciente influencia de los medios de comunicación, y en los ultimos años de las redes sociales, son cada vez son más los países que se unen a esta festividad sin dejar de celebrar el Día de los Muertos.* A México, Perú, Chile y Argentina, llegó la tradición,  influenciados por la industria comercial que hay detrás, y por eso mi resistencia de siempre.  Sin embargo, Rosita Dominguez, me ha hecho recapacitar con su comentario a la publicación que hice en Facebook: "Personalmente –dice– pienso que como se celebra hoy en dia, el disfraz, los cantos, la compañía de los padres disfrazados, (de los pocos días que los padres juegan a ser niños), la recolección de los dulces etc. permite a los niños y a los adultos, a que se expresen y vivan sus fantasías y sueños. Ese extrovertido goce y camaradería, es como un bálsamo, o un escudo, que luego les ayuda a afrontar a este mundo hostil, frío, lleno de guerras, exigencias y malas noticias, que poco a poco van abrumando a cada uno hasta convertirlos en seres aburridos o con muchos problemas de personalidad; que olvidan reir y gozar de todas las cosas bellas y simples que la vida les ofrece en el dia a dia. ¿Se han dado cuenta de lo insípida que es esta fecha sin niños? Antes para nosotros, se llamaba "Ángeles Somos" y era muy divertido,  pero es que el disfraz le ganó la partida." .

Cuanta razón tienes, amiga. Ayer no más, después de analizar lo que me escribiste en ese comentario,  me detenía y me divertía viendo en Madrid a toda la muchachera gozando de lo lindo con sus disfraces, por lo cual, Rosita,   ¡me rindo!. ¡Qué siga la fiesta!. Ya habrá tiempo de hacer amargarse la vida tomando de manera crítica otro tipo de manifestaciones culturales.

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* El Día de los Muertos, 1 y 2 de noviembre, se remonta a las antiguas culturas indígenas de los Aztecas, Mayas, Purepachas, Nahuas y Totocanas. Pero con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XV, en un intento de convertir los indígenas al catolicismo cambiaron la fecha de este festival a una festividad católica, el Día de Todos los Santos. 

Fuentes: 
notimerica.com
prezi.com
Muy Interesante


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