miércoles, 2 de enero de 2019

Recuerdos de La Esperanza

Hoy 2 de enero se cumplen 149 años de la fundación del colegio de La Esperanza,  el plantel más antiguo de Cartagena Indias,  que ha estado manejado desde hace cuatro generaciones por una sola familia, los Irisarri, y que llegó a ser considerado, hasta su escisión en el albor del nuevo milenio en dos planteles,  como de los mejores  centros  educativos del país, según el  Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES).  

La Esperanza en un principio era un colegio eminentemente masculino, creado para educar a las élites conservadoras  que muy pronto contó entre sus estudiantes a destacados personajes de la vida nacional y a futuros presidentes de la que luego sería la República de Panamá. Fue fundado en 1870 por Abel De Irisarri, de origen vasco,   en compañía del general Joaquín F. Vélez,  quien fue Jefe  y Civil del departamento de Bolívar durante la Guerra de los Mil Días, Embajador de Colombia ante la Santa Sede y encargado de suscribir el Concordato de 1886. 

El plantel  tuvo una primera etapa efímera;  las guerras civiles que se vivieron durante el final del siglo pasado se vio en la necesidad de cerrar sus puertas. El hijo de don Abel, Antonio José de Irisarri,  desterrado en Panamá con toda la familia, a su regreso a Cartagena reabrió la institución, de la que fue su rector hasta su muerte en 1932. A partir de esa fecha tomó las riendas el hijo de éste, Antonio María De Irisarri, quien aún en vida delegó en su hijo Jorge, la dirección del colegio. Fue Don Jorge el que se encargó de situar al Colegio de La Esperanza entre los primeros del país. Sin embargo, en 2001, “ante insalvables desavenencias familiares (con sus hermanas)”  Jorge De Irisarri optó por dar continuidad al legado educativo de la familia fundando  el Colegio La Nueva Esperanza


Me tomo la molestia de destacar este efemérides porque fue en este plantel donde yo tuve la oportunidad de estudiar los dos últimos años del bachillerato (1978 y 1979). Para mí fue todo un reto porque el colegio tenía la fama de ser muy teso,   austero y de una disciplina de corte militar, pero decir que se estudiaba en La Esperanza, inspiraba respeto, porque no todos aguantaban el nivel  de exigencia en los estudios, y, de esta forma,  cuando empezaron a aparecer los recursos tecnológicos en las aulas de los colegios de cierto prestigio, por allá a finales de los ochentas, La Esperanza destronó a los sofisticados colegios capitalinos en más de una ocasión.  A partir de 1986,  y con excepción de 1990 —cuando ocupó el segundo lugar— ningún plantel del país había  logrado superarlo en el escalafón del Icfes. Pero fue en 1992, en  las pruebas del Estado que esta institución  realiza para comprobar el desarrollo de competencias de los estudiantes, cuando superó todas las expectativas: uno de sus alumnos obtuvo en el exámen 399 puntos sobre 400,  y quedó clasificado con la nota más elevada en todo el país.

Ante semejantes resultados, la inquietud que surgió era cómo podía La Esperanza  alcanzar esos récords  si el colegio empleaba  los mismos libros de texto que utilizaban miles de planteles en el país,  si los profesores no tenían preparación distinta a la de la mayoría de sus colegas,  si el pénsum era idéntico al de la mayor parte de establecimientos, ¿qué era, pues,  lo que distinguía a La Esperanza para obtener semejantes resultados? La explicación era muy sencilla:  sus métodos de enseñanza a la antigua. Los estudiantes del Colegio de La Esperanza estudiábamos como lo hacían los abuelos, con una disciplina férrea, ceñidos a los textos, con un gran énfasis en la cultura general y en lo científico,  poca calculadora, pocos deportes, y mucha severidad. "Nosotros no tenemos genios, decía  entonces Jorge De Irisarri,  tenemos alumnos trabajados". Y el trabajo, en La Esperanza, era (y sigue siendo en el nuevo centro que regenta)  sinónimo de tiempo, esfuerzo y dedicación

Aunque el Colegio de La Esperanza no tuviera los atractivos ni los medios de otros colegios de Cartagena, lo cierto es muchos de padres aspiraban a ver a sus hijos graduarse de bachilleres allí. Los Irisarri le imprimieron al plantel su sentido de la moral, la disciplina y el trabajo que lo caracterizaron a lo largo de su historia.

Hasta aquí esta primera parte. Mañana viene lo bueno: las anécdotas con el profesor Luis Guillermo Fragoso y Guillermo Puente Villadiego,  fallecido recientemente, justo el día en que los egresados de la promoción del año 1979, constituimos un grupo de WhatsApp.

Fuente: Revista Semana

14 comentarios:

  1. Muchas gracias, apreciado lector anónimo!. Vamos a publicar en un momento la segunda parte, que espero esté a la altura de las expectativas. Un saludo.

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  2. Excelentes anécdotas y grandes recuerdos del ambiente académico de La Esperanza, en el cual nos preparamos para la vida. 👍👍

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  3. Gracias a lLa Esperanza por habernos dado tanto

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  4. Gracias a la Familia Irisarri, en especial a Don Jorge. Hay que hablar sobre la Exposicion Cientifica, uno de los iconos del Colegio.

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  5. Excelente ,soy de la promoción 1981 y somos muchos profesionales gracias a las ideas inculcadas en nuestro colegio

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  6. Excelente mi hermano Alexis Guerrero Sanchez es exalumno y un gran profesiknal.

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  7. De cualquier año los mismos recuerdos... agradecimiento eterno por formación en disciplina y valores (sobre todo en respeto).

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  8. Excelente labor de la familia Irisarri y en especial de Don JJorge.Mucho Agradecimiento con ellos y con el excelente grupo de profesores.

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  9. Estudie durante toda mi infancia y adolescencia y alcance a conocer a Don Antonio Issarri, que inspiraba reverencia y respeto. Recuerdo que le teníamos miedo en su presencia y igualmente Don Jorge , era un educador eminente y mucha autoridad. Todos hacíamos filas cuando iniciamos a clases en la cancha del recreo. Nunca olvidaré lo teso que era estudiar allí y todos esos profesores tenían alta calidad moral y académico . Feliz cumpleaños este gran colegio.

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  10. Feliz cumpleaños Jose M Irrisarri mi profesor hasta mi grado en 1952

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  11. Alvaro Mercado Velez Feliz Cumpleaños Recuerdos a mi profesor Antonio Maria Irrisarri hasta mi grado en 1952

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  12. Alvaro Mercado Velez Feliz Cumpleaños Recuerdos a mi Profesor Antonio Maria Irrisarri hasta mi grado en 1952

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