Dedico este post a mis ex-compañeros de Petco, hoy Mexichem.
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Esta entrada de hoy es un poco extemporánea, como quiera que el periodo de vacaciones por acá se está acabando. La razón, como ya sabrán los que me siguen, me detuve a divagar sobre cosas que prometí no tratar en este espacio (política específicamente) pero dado el carácter histórico de la decisión de adelantar elecciones en este país y la gravedad de la situación por la crisis financiera, consideré un deber hacerlo.
El panorama sigue siendo color de hormiga y tengo la tentación de seguir hablando de la crisis a nivel mundial, de cómo peligra la Unión Europea, de cómo Estados Unidos también sigue en líos; o de las medidas que deberían tomarse por acá para que el euro no desaparezca, de la falta de liderazgo para enfrentar la tormenta, de cómo los mercados son los que le marcan el paso a los políticos y no al revés… pero bueno, eso es meterse en camisa de once varas. Estos temas son para ser tratados por expertos y no por aficionados @s) como yo, pero que conste, esa vez, para abordar el tema del mejor modo, me documenté todo lo que pude y dejé que el sentido común me guiara. Gracias por los reconocimientos que se me dieron a raíz de “Elecciones generalísimas” y “Eurocrisis” y también por las puyas que recibí a modo de reenviados.
Hoy también tendría la opción de seguir hablando, o mejor de seguir escribiendo, de lo que el domingo todavía era noticia aquí, la visita del Santo Padre; el balance que dejó, los llamados a la reflexión que hizo y por supuesto de cómo se salieron de madre las marchas de protestas que terminaron en enfrentamientos entre laicos y católicos, empañando la imagen de España en el exterior. Ya finalizadas la JMJ, pesa más lo positivo: el Gobierno estuvo a la altura, los organizadores se lucieron, y la Iglesia se anotó un hit al ser catalogada esta versión como el mayor éxito eclesial de los últimos tiempos. Pero como para todo siempre hay crítica, se esperaba que el Papa se acercara a las fronteras de Somalia para despertar la conciencia del mundo ande el drama de la hambruna y la sequía, pero se fue directo a Roma… y no digo más, los medios de comunicación presentes en la cita hicieron un amplio despliegue. Me alegro que el evento haya salido bien como católica que soy.
Así es que se advertirá que en este post no tengo claro de qué hablar. Dentro de una semana se habrá acabado el período de vacaciones en España, por lo que me apresuraré a hacer un par de apuntes, a modo de recomendación, porque en el sitio de donde provengo -hablo de Colombia- son muchos los que no se toman el descanso en serio y sólo lo aprovechan para echarle más toxinas al cuerpo o para poner en orden la casa, en el sentido literal del término.
Dicen algunos historiados y pensadores, desde Hipócrates, pasando por Darwin y Montesquieu, hasta Arnold Toynbee, que la naturaleza influye en el desarrollo de los seres humanos, es decir es un factor determinante en la vida de las civilizaciones. Dependiendo de las condiciones del medio así se desarrolla un pueblo. A mí particularmente me gusta la postura de Toynbee que en plata blanca es más o menos esto: los países del hemisferio norte, y algunos situados muy al extremo del hemisferio sur, es decir los que tienen estaciones, son los que han alcanzado un mayor nivel de desarrollo. Los ubicados en la zona tórrida, son los más atrasados. O sea que entre más calor tengamos que soportar, más conformistas y perezosos seremos. El mito entre cachacos y costeños y por acá entre andaluces y catalanes, por poner un ejemplo. Andalucía es de las regiones más calientes en España, y este verano se alcanzaron temperaturas alrededor de los 40º y Cataluña –junto con el País Vasco y la Comunidad de Madrid- las regiones más industrializadas. El choque se da porque Cataluña y Andalucía limitan geográficamente.
Siguiendo (Dios, cómo me voy dispersando) ¿qué toca hacer cuando nos cae en suerte nacer en una tierra con un clima tan complicado? ¿Resignarnos a que las cosas sigan así y sumirnos en el marasmo? No, es tiempo de sobreponerse y ser más proactivos. Pero eso hay que trabajarlo, teniendo buenos hábitos, cultivándose y dándole descanso a la mente y al cuerpo. Ojalá que en las próximas vacaciones que tengamos nos propongamos disfrutarlas como nos merecemos, sin stress, haciendo alguna actividad física, saliendo del entorno rutinario en que discurre nuestra vida, y viajar a algún sitio, no tiene porque ser fuera de las fronteras ni de nuestra región; algo que esté al alcance de nuestras posibilidades de seguro habrá. Así, cuando regresemos al trabajo, de seguro vendremos con ideas renovadas, y ojalá productivas, que nos permitan no sólo a nosotros y a nuestras familias tener un modo alternativo de ganarse la vida, sino a nuestros amigos, a nuestros vecinos, a nuestros paisanos. Esta será una de las formas de hacer patria, de contribuir a que las cosas mejoren.
Bueno, me temo que los tiros me van a salir por otro lado y creerán que estoy haciendo demagogia. Es que hoy estoy muy espesa. Yo sí que necesito tomarme unas vacaciones. Hasta otro rato. Saludos para todos,