Me hubiera gustado apreciar desde un satélite como se veía España anoche, en vísperas
del día de San Juan Bautista. En distintos puntos de la geografía se celebró
ayer la noche más corta del año con la realización de fogatas en las
playas, en las riberas de los ríos, pero también en calles y plazas,
alrededor de las cuales se congregaron familias enteras y amigos para celebrar el día de
este Santo.
Esta festividad está ligada al solsticio de verano y en su celebración se halla presente un elemento pagano de gran peso, más que el carácter religioso que quisiéramos muchos que tuviera, del que sólo tiene el nombre como se verá. En tiempos remotos se creía que en este época una poderosa energía proveniente del sol actuaba sobre la tierra, por lo cual es la fiesta en la que se glorificaba el fuego, por su capacidad purificadora, en asocio con otro elemento, el agua, que representa lo que está por venir. Mucha gente tal vez no sepa esto, pero es la razón por la cual se encienden hogueras a orillas de alguna fuente de agua. La festividad se cristianiza en honor a San Juan porque al parecer su padre, Zacarías, cuando nació el Bautista encendió hogueras para anunciar el nacimiento de su hijo.
Y ahora viene el ingrediente mágico y misterioso del festejo. Los antiguos griegos llamaban a los solsticios “Puertas”. “La puerta de los hombres” según estas creencias helénicas, correspondía al solsticio de verano y “La puerta de los dioses”, al solsticio de inverno.
A nivel esotérico el solsticio de verano
es "el período en el que se abren las puertas “del otro lado del espejo”. Es en
esa noche en la que se permite el acceso a los misterios, afloran a las
superficie extraños espíritus, duendes que moran en la oscuridad de la noche;
las gallinas de los huevos de oro tientan a los buscadores de fortuna, las
mozas casaderas sueñan o tratan de adivinar quién será el príncipe que las
despose; las plantas venenosas pierden su dañina propiedad y en cambio las que
dan salud multiplican sus virtudes, los tesoros se remueven en las entrañas de
la tierra y las lozas que los ocultan dejan al descubierto parte del mismo para
que algún mortal deje de ser, al menos, pobre; el rocío de la noche cura casi
todo tipo de enfermedades y además hace hermoso y joven a quien se embadurna
todo el cuerpo. En fin, es una noche de magia que hay que saber aprovechar"(www.ritualesdesanjuan.blogspot.com).
El encender hogueras en la víspera de San Juan es una tradición arraigada en
Andalucia, Asturias, Galicia, Cantabria, Castilla y León (donde yo estoy),
Comunidad Valenciana y Baleares. Aunque también se conmemora en Portugal,
Dinamarca, Noruega, Suecia, Reino Unido y Finlandia. En Hispanoamérica son
populares las noches de San Juan de Brasil, Chile, Venezuela, Bolivia , Perú y por supuesto Puerto Rico.
Sorpende que Colombia brille por su ausencia en estos festejos. Qué pena y qué
raro, cuando en el país del Sagrado Corazón celebramos hasta la
corrida de un catre.
Estos son dos de los principales rituales,
según lo publicado por el diario ABC:
Para conseguir un deseo se coloca debajo de la almohada una rama de hiedra común y un papel
blanco con un mensaje positivo escrito. Antes de irse a dormir se enciende una
vela blanca, que hay que dejar que se consuma. Luego se introduce junto al
papel y la hiedra la cera que haya quedado y nos acostamos. Al día siguiente
hay que quemar el papel y enterrar todos los elementos bajo tierra para que
nuestras esperanzas se vuelvan realidad.
Si lo que se deseas es encontrar el amor antes de las doce de la noche de San Juan hay que encender dos velas rojas en el dormitorio. Se escribe en un papel el nombre -el de un@- y el de la persona a la que se desea atraer. En el caso de que no se conozca a nadie en concreto se ponen las iniciales A. G. (alma gemela). Luego se pone a cocer hasta llegar a ebullición: tres partes de milenrama, tres partes de lavanda, tres partes de verbena, 12 pétalos de rosa roja y una parte de jengibre. Una vez hecho esto se cuela la infusión y se deja enfriar. Después se rocía con ella la habitción. Hay que doblar el papel con el resto de la cera y guardarlo debajo la almohada. Es posible que se tenga algún sueño profético sobre el futuro sentimental.
Bueno, no me extiendo más en estos ritos de magia blanca que pueden reñir con las creencias cristianas de muchos, incluidas las mías, pero pienso que de todo hay que estar enterado. Un saludo
para todos.
Otras fuentes: Wikipedia
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