En honor a Rafael Pombo

Estoy que le cambio el nombre a este blog por el de “Notas trasnochadas”. Hace poco me enteré por el portal de la BBC del centenario de la muerte de Rafael Pombo, que fue el pasado 5 de mayo. Hoy, un mes después trato de rendir un humilde tributo al poeta de mi infancia. Destaca el Servicio Latinoamericano de la afamada institución que no hay colombiano que no se sepa alguna rima de las poesías de quien se le llamó en su momento “Poeta Nacional de Colombia”.

Nació don Rafael el 7 de noviembre de 1833 en Bogotá. Aparte de poeta y escritor, fue traductor y diplomático. Después de residir diecisiete años en Estados Unidos, regresó a Bogotá, en donde trabajó como traductor y periodista fundando varios periódicos, entre los que se destacaron. El Cartucho y El Centro. También trabajó como libretista de óperas como  Ester.

De Rafael Pombo, de sus poesías quiero decir, tengo gratos recuerdos. Lo cierto es que a mí nadie me puso a memorizarlas,  lo que ocurre es que al ser mi madre maestra de escuela,  a mi casa llegaban ediciones especiales de cuentos y poesías. La de Pombo era bellamente ilustrada. Me acuerdo especialmente de los dibujos de “La Pobre Viejecita” y de las colas de Pastorcita, sin dejar de lado al celebérrimo Rin Rin Renacuajo. Imposible decir una cifra de las veces que hojeaba y hojeaba este libro. Seguramente de allí me vendrá el amor que siento por la lectura.

Comenzando el año 2.000, Maizena sacó un CD con estas poesías a ritmo de pop, rock, hip hop, tal vez algún house… yo se las ponía a mi hijo Juan Felipe para entretenerlo cuando todavía era un inquieto bebé. No sé si en su subconsciente quedará algo, pero yo me sé de memoria “Mirringa Mirronga, la gata candonga” gracias a este trabajo. Ahora me entero  que en 2008 Carlos Vives hizo la producción de “Pombo Musical” —comprensible, porque si hay una cosa que distingue a las poesías de Pombo son sus versos rítmicos y pegajosos—  con la participación de destacados artistas como Juanes, Fonseca, Aterciopelados. Me alegro que así haya sido y que sirva para afianzar en el imaginario colectivo estas fábulas-poesías.

Aparte de poesía infantil, Pombo también escribió poesía romántica y se destacó como diplomático, traductor e incluso ingeniero militar. Sin embargo, Pombo se distinguió también por ser  un patriota a ultranza que criticó por todos los flancos la pérdida de Panamá en 1.903, durante el mandato de José Manuel Marroquín; más le “ardería” al poeta cuando supo que había sido por "míseros" 25 millones de dólares, que fue la suma con la que Estados Unidos indemnizó a Colombia.

El que Pombo sea autor infantil por excelencia se debe -según algunos- a las múltiples ediciones hechas por diferentes ilustradores, ya que él nunca reivindicó derechos de autor y más bien insistió en reconocer como fuente de sus creaciones infantiles tanto la tradición oral inglesa, como la cultura popular colombiana. Bastante honesto el señor, por cierto.

Nunca suelo hacer preguntas para finalizar mis entradas, pero me gustaría saber quién de los que me lee se sabe alguna poesía de Pombo. Y me despido con la primera estrofa de Pastorcita, una historia triste con final feliz, como en las telenovelas:).

(Fragmento)

Pastorcita perdió sus ovejas
¡Y quién sabe por dónde andarán!
-No te enfades, que oyeron tus quejas
Y ellas mismas bien pronto vendrán.
Y no vendrán solas, que traerán sus colas,
Y ovejas y colas gran fiesta darán.